21 | Paulo Dybala

67 °°•

Llega el momento en el cual nos tenemos que ir a lavar las manos, espero un buen rato ya que estoy ante última.

Cuando llega mi turno, paso ysi.

–¿Con quién volverías a pasar un momento? —pregunta Andy—. Un momento que ya pasó puede ser.

–Con Paulo —suspiro y sonrío—, o sea... estábamos juntos en el momento en el que nació nuestra hija y fue hermoso, éramos solo los tres juntos, como una familia... lo volvería a repetir mil veces más —sonrío secandome las manos—. Ese momento en el que vimos a Gianna por primera vez, cuando la tuve en mis brazos... En ese momento entendí lo que es el amor por un hijo, nada se asemeja a eso y fue el momento más feliz de mi vida a pesar de todo.

–Es un poco de lo mucho que tenés.

–Sinceramente es mi compañera de todo, está conmigo siempre... ella se va y la casa está en silencio, por más que aveces la rete o me enoje con ella al toque se me pasa y ya la ando cargoseando para que esté conmigo —rio—. Ni siquiera quiero que crezca.

–Él la ama, es increíble cómo cambia cuando está con ella.

–Es re baboso.

–¿Te gustaría tener más hijos?

–Aveces me hago la dura y digo que ni loca vuelvo a pasar por ese momento del parto, de engordar y todo eso... pero es lo más lindo que me pudo pasar a mí y creo que es una etapa hermosa y única —asiento lentamente—. Claramente si me gustaría tener más... en unos años.

Salgo de ese lugar y Yanina tiene a upa a Gian, la baja y ella viene conmigo.

La alzo y la beso.

–Mira lo que es —Sol la mira.

–Ella tiene algo con los futbolistas —Andy mira a mi hija la cual mira al jugador.

–De quién lo habrá sacado —la miro sonriendo.

Cuando termina el programa, saludo a unos pocos y voy al camarin.

–Estuviste hermosa —con mi cuñada chocamos las manos.

–No sabes lo que me duelen los pies —la miro sacandome los zapatos.

–¿Te vas a cambiar?

Agarro las crocs, un short blanco y una remera corta para cambiarme. La etapa de estar linda ya pasó hace unos veinte minutos.

Cuando terminó de vestirme, me pongo la mochila y alzo a Gian.

[...]

Al llegar a la casa, los chicos están jugando a la play y Azul jugando con Slime. Que asco esa cosa.

–Gordo —le beso el cachete a Paulo.

–Cerrando ortos sos la mejor sis —Ezequiel me abraza.

–Ya sabía bro —sonrío.

–¿Tenés sueño mi amor? —Paulo mira a Gianna la cual está acostada en mi hombro.

–Los fans darían lo que sea para presenciar momentos así —Ezequiel nos mira—, me amarían si digo algo.

–Vos decís algo y yo te mato —Paulo lo señala.

Luego de unos pocos minutos, subimos al segundo piso. Gianna se queda en una habitación con Azul y Toto, mientras que nosotros nos vamos a otra.

–También volvería a pasar ese momento con vos —Paulo me mira.

–Me salió del corazón —sonrio.

–Ni un balón de oro, ni una Champions, ni un mundial van a ser más especiales que ese momento —agarra mis manos—. Fue lo más lindo que me pasó en la vida, y fue con vos.

–Te amo —sonrio mirándolo a los ojos.

–Que ojazos tenés nena.

–¿Vas a cagar algún otro momento? —lo miro poniendo mis manos en sus hombros.

–Yo también te amo —me besa—. Mucho, mucho, mucho.

Le sonrió y vuelvo a besarlo. Es lo único que quiero para el resto de mi vida.