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13/02/2021

Hoy se casan Sebastián y Vanesa, hace una semana se casó Julián y Malena y mañana es el cumpleaños de Gianna. Hermoso todo.

En el casamiento de hace una semana me reí millones, por medio de un vídeo Malena anunció que estaba embarazada lloro y claramente todos emocionados.

En unas horas ya tenemos que ir a la iglesia nuevamente, y yo que la odio tanto.

Like y voy con mi pañuelo verde.

Mientras Gianna duerme junto a Fran en la cama rodeadas de almohadas, a mi me maquillan y peinan. Vanesa está en otra habitación y su hija está conmigo, como dije antes, para que ella esté tranquila.

Cuando terminan conmigo, me levanto para comenzar a cambiar a las dos nenas que todavía duermen. Ambas ya están peinadas así que no hay apuro.

Cuando terminó de vestirlas con ayuda de mi mamá, me visto y me pongo los zapatos.

Ya es un poco tarde, así que despierto a las dos y bajamos por el ascensor hasta llegar al estacionamiento y entrar al auto que nos lleva hasta la iglesia. Paulo se fue antes, que lindo la verdad.

Apenas llegamos, a Fran le dan una almohada que tiene bordado no se que encima, y el anillo ahí. A Gianna un canasto con rosas dentro las cual debe tirar a medida que camina por la alfombra.

–No pierdan nada, ¿Si? —me agacho a la altura de ambas y las señalo—. Porque si pierden algo esto va ser un desastre y no queremos eso, ¿Está bien?

–Si —responden al unisono.

Con las dos estamos afuera de la iglesia esperando a Vanesa, la cual debe entrar detrás de ambas nenas.

Apenas la veo ella me abraza, está hermosa con ese vestido.

Dejo a las dos nenas en frente de ella y entro a la iglesia mientras la misa sigue. Me siento al lado de Paulo y siento una mano que empuja mi cabeza, me doy vuelta lentamente y veo al pelotudito de Martínez Quarta.

–Idiota —susurro mirándolo.

–Te quiero —sonríe.

Nos levantamos cuándo abren las puertas y vemos a Vanesa, Sebastián la mira con un brillo en los ojos y una sonrisa hermosa mientras ella tiene los ojos llorosos.

Pensar que cuando lo conocí lo odiaba y ahora lo amo como si fuese mi hermano, y cuando la conocí a ella mucha importancia no le di porque pensé que Sebastián iba a cambiarla al toque como hacía siempre, pero por alguna razón fue la única que se quedó.

Gianna y Franchesca se sientan en un banquito de ahí y se quedan quietas mirando todo, raro.

Cuando al fin está por finalizar y ambos dan el si, las dos nenas vienen conmigo y Paulo. Me encanta porque Fran parece más mi hija que Gianna que ni bola me da por estar con el padre.

Les tiran arroz y que se yo, la boludes de siempre.

–¿Venís con mamá? —Vanesa mira a su hija.

–No —niega.

–¿La llevas vos? ¿Segura?

–Yo la llevo, quedate tranquila.

Ellos se sacan fotos con todos mientras yo juego con mi ahijada.

Saludo a estos gallinas, con los que tengo que estar porque los cargosos se hicieron amigos míos y se niegan a salir de mi vida, mientras Paulo está con mi hermano y demás.

Con Paulo, y las dos bendiciones, subimos al auto y él maneja hasta el hotel donde se hace la fiesta.

Al llegar, entramos y nos dicen el número de mesa al que tenemos que ir.

21 | Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora