21 | Paulo Dybala

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Estamos en la loma del toto para jugar el último partido amistoso antes de viajar a jugar el mundial, aunque me opuse a que jueguen este partido porque estamos a nada de viajar a Qatar y ni siquiera quiero pensar en la posible idea de que Leo se lesione, lo principal es él y el resto también pero menos; aunque claramente en la AFA no me dieron ni cinco de importancia y lo van a jugar igual.

Llegamos al estadio y los jugadores van al vestuario mientras que los demás vamos a ordenar y hacer lo que falta.

Jugamos contra estos muertos y no hablo de River ahre que nos cagaron a goles, hablo de Chile quienes ni siquiera entraron al mundial.

A la hora de que los chicos tienen que salir a precalentar voy a buscarlos al vestuario y vienen todos detrás de mí.

–Algunos hoy se van a comer un baile —habla el Kun.

–Espero que no seamos nosotros —lo miro.

–No llames a la desgracia.

–Ese sos vos, ya estás acá y no te podemos sacar.

–Estúpida —me mira mal y me revuelve el pelo.

Salimos al campo de juego y el público argentino, que es bastante, grita y aplaude, otros cantan y que se yo.

–Yo salgo con Gianluca —Paulo para de calentar.

–Anda a calentar —señalo al resto de sus compañeros.

–Estoy cansado.

–Cansada estoy yo que cuide a Gianluca que no durmió en toda la noche, no vos —lo miro—. Te fuiste a calentar, ya.

Él se va con mala cara, es increíble cómo le esquiva al entrenamiento.

Luego de un cierto tiempo con Scaloni y los chicos volvemos a los vestuarios, el DT les explica algunas cosas y comenzamos a caminar hacia el túnel.

Como siempre choco las manos con todos los titulares y voy a mi lugar en el banco de suplentes.

Es un partido como para dormir porque es obvio que les vamos a ganar, nunca ví un equipo más motivado y dispuesto a llevarse todo por delante y ganar como al nuestro.

–Ay que me duermo —el Kun se acuesta en mi hombro.

–Sergio, entras —Scaloni lo mira.

–Me cagó la siesta —se para y se saca la pechera.

Me paro con él y vamos hasta un rincón para que corra y estire un poco antes de entrar, cuando ya está listo volvemos al banco.

Él entra y real que al minuto ya mete un gol. Dios no, ahora va estar más subido al pony que nunca.

–Decile a Lo Celso —Scaloni me mira.

–Gio —lo miro y le señalo la cancha.

Hacemos lo mismo que hice anteriormente con Sergio y él entra a la cancha.

[...]

Ya es la mitad del segundo tiempo y vamos 2-0, realmente me aburro porque no hay competencia. Partido desperdiciado que podríamos haberlo jugado con no se, Francia o mínimo Uruguay.

Leo decide hacer su última magia antes del mundial y mete dos goles con diferencia de cinco minutos.

Díganme si no es el mejor del mundo.

Al terminar el partido, con el DT saludamos a todos los chicos que jugaron. Me acuerdo que con el anterior esto no pasada, él se iba apenas terminaba y Scaloni aunque solo era parte del plantel iba a saludar a los chicos igual que ahora, está siempre con ellos a diferencia de lo que hacía el inombrable que llevo a Giovani de paseo a Rusia.

Salimos de la cancha y comenzamos a pasar por un pasillo lleno de periodistas.

–Vos vení y no te me hagas la estrella —un periodista que conozco hace mil me señala.

–Estrella estrellada —habla Ezequiel mientras pasa por mi lado y lo miro mal.

–Así es como me tratan todos —señalo a mi hermano.

–¡Sofía! —pasa el Kun y me sacude de los hombros.

–¿Quién lo baja del pony ahora a este pendejo? ¿Quién lo calma? —me tapo la cara—. Se va creer Dios porque le metió un gol a estos muertos.

–¿Cómo a estos muertos? —el periodista ríe.

–Otro que River —rio.

–¿Qué decís amiga? —el Pity Martínez me mira.

–Menos vos, Seba, Gian, Lucas Boyé, el Chino... no bueno, el Chino y Lucas si.

–Después anda con ellos, es un chiste.

–Porque no se despegan de mi, los alejo y vuelven —digo caminando hacia los vestuarios.

Mientras esperamos a los chicos, guardamos algunas cosas que usamos y ya subimos al micro a esperarlos. Cuando llegan, ya el chofer arranca hacia el hotel.

Próximo partido, Qatar 2022.