21 | Paulo Dybala

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Los sucios estos ni se bañaron, y por ende tampoco están cambiados; siguen con el short y los botines.

Salimos del estadio y todo es un quilombo, encima me cago de calor con este pantalón. Miles de argentinos están ahí y al ver a los chicos cantan aún más fuerte y se escuchan muchos más los bombos, trompetas y demás. Si esta locura se ve acá, no me quiero imaginar lo que es Argentina en este momento, el obelisco, el mac de ahí que Dios lo ayude, el centro de cada provincia. Los gritos y festejos deben ser hermosos.

Me pongo en la puerta del micro y voy contando a todos los que suben y controlando que estén todos, ya veo que se nos queda alguno como esa vez que nos olvidamos de un pibe que fue al baño.

Cuando están todos, subo última y me siento en las primeras butacas del lado del pasillo mientras miro el festejo de los pibes, me dan mi celular y yo sigo grabando. Esto es algo que tiene que quedar grabado y que vamos a ver cuándo seamos más grandes y seguro la emoción siga intacta.

-Bengala no nene -le saco la cosa al Kun-. ¿Vos querés que nos carguemos muriendo?

-¿Que tiene?

-Tira humo nene... las prenden después.

-¿Quién es el pelotudo tiene una bengala? -habla Masche, reza por vos Sergio.

-¡El Kun! -grita Paulo riendo.

-¿Sos pelotudo nene? -Masche lo mira. Te quiero jefecito.

Dejo todas en el banco y sigo viendo la locura que tiene encima éste plantel, es increíble.

Minutos después llegamos al hotel, los chicos bajan primero y yo bajo última con Scaloni.

-Trajeron a la 12 y no a la barra de River, ¿Que pasó? -un periodista me mira.

-Traían a los gallinas y cuando ibamos perdiendo le cantaban a los pibes que pongan huevo que no juegan con nadie y encima los puteaban -lo miro riendo-. No llenan su cancha y van a llenar ésto, anda.

Entro al hotel y los pendejos no se cansan de festejar, esa energía que tienen es tanta que seguro ni duermen ahre que no vamos a dormir porque obviously que sale joda.

Llegan los otros jugadores de Argentina y abrazo a cada uno que conozco y ellos saludan a los chicos.

-Que raro que no tenes puesto el trapo de piso digo camiseta -miro a Sebastián.

-Pasaba entre la 12 con la camiseta de River y me cagaban a trompadas.

-Tranquilo que no le pegamos a jugadores -le palmeo el hombro y me mira mal.

-Boluda, ¿No se cansa? -Vanesa me mira señalando a Gianna la cual entra al hotel corriendo.

-No se cansa boluda, desde que se levantó está así -la miro.

-Ella está re feliz -Seba mira a su ahijada.

-Lloraste poco vos -Vanesa me mira.

-Lloré como una perra -lo miro.

-¿Me buscas un bombo? -Ezequiel me mira.

-Sebastian se lo va pedir a la 12, anda gordo -le señalo la puerta.

-Estas en pedo, Sofía -niega con la cabeza.

Salgo del hotel, aunque no me dejan pero que me importa a mí.

-¿Me lo prestan un toque? -miro a unos hinchas que supongo que son de la 12 porque tienen ese número en el bombo ese.

-Pero te lo regalo a vos -lo pasa por encima de la valla.