13/12/2020
Llego a Madrid el mismo domingo a la madrugada, inmediatamente subo al auto con mi papá el cual viajó conmigo la semana anterior.
Apenas llegó al hotel, entro a mi habitación y tiró todo para irme a dormir.
Unas horas después me levanto con toda la emoción del mundo por el partido de hoy, me baño para luego ir a buscar a mi hija.
–¡Mamá! —grita y me abraza.
–Hola mi amor —la alzo sonriendo—. Te extrañé mucho.
–¿Desayunaste? —mamá me mira.
–Mamá, son las tres de la tarde —la miro riendo.
–Ay nena cómo dormimos —mira a su nieta—. ¿Paulo llegó?
–Llega más tarde.
Pedimos comida porque algo tenemos que comer, aunque mucho no ingiero por los nervios que tengo.
Luego de almorzar a las cuatro de la tarde baño a Gianna y la dejo con ropa normal. Con ella vamos a ver a Seba y a todos los chicos que vinieron a ver la final.
–Hola mi reina —Sebastian alza a su ahijada.
–Hola gorda —alzo a Fran.
–Vos te llevas a ella y yo a Gian —Seba señala a su hija.
–No seas malo que es un amor —beso a su hija.
–Se... —Boyé entra a la habitación—, ay chau esta piba.
–Chau —lo saludo con la mano.
–Como creciste gorda —mira a Gianna y ella lo mira embobada—. Hola pelotuda.
–Hola descendido.
–Que hermosa que es —me mira a mi y luego a mi hija—, claramente no salió a vos.
–¿Vos te das cuenta lo que va ser de grande? —habla Leo—, una Barbie real.
–Basta, no quiero que crezca —miro a mi hija.
–Eso no va ser posible.
Cuando se acerca la hora del partido, voy a mi habitación y comienzo a maquillarme y peinarme, luego visto a Gianna con el equipo de Boca, zapatillas blancas, pantalón, camiseta y buzo; es un bombón.
Por mi parte, me pongo un jean negro, zapatillas blancas, la remera de Pavón y el buzo del club. A Gian le pongo un gorrito junto a una bufanda igual que yo.
Mamá, junto a Vanesa, Fran, Cande, Yanina, Azul y Gianna se van antes como lo hicieron en el partido suspendido.
El resto bajamos al primer piso del hotel, en el cual también están los jugadores, y salimos.
Subimos a la camioneta y nos llevan al estadio del Real. Al llegar, bajamos todavía en la calle.
Paulo está ahí, me sonríe y solo le doy un beso en el cachete para luego saludar a Bentancur.
Con gente de seguridad caminamos hasta la puerta que nos corresponde para entrar, empiezan a revisarnos y todo eso.
–Deportaron a dos barras —habla un chico de seguridad.
–Ella es barra, ¿Por qué no la deportaron? —habla alguien de atrás y está el pesado de Sergio.
–Pensé que me salvaba —digo mientras lo saludo—. Estos gallinas descendidos, Boyé, Sebastián.... cartón lleno.
–Te va salir un hijo gallina y te vas a querer matar —habla Sofía.
–Acaso yo voy a tener mas hijos —lo miro.
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21 | Paulo Dybala
Fanfiction"Sé que algún día vamos a volver a brillar juntos". [2° temporada]