24/12/2020
Al terminar de vestir a Gianna, ella se va con el papá mientras que yo también me visto.
Cuando terminó, salgo de la habitación y voy a la cocina a ayudar con lo que sea.
–Menos espíritu navideño que el Grinch, Sofía —Paulo me mira.
–Espera a que tome algo, es el alma —habla Ezequiel y lo miro.
–Claramente hoy no voy hacer nada, año nuevo si.
–¿Dónde está mi reina? —Alicia mira a su nieta.
–¿Y papá Noel? —Gianna la mira.
No existe ahre le decía eso a la nena.
–En un ratito va venir —la alza.
–No existe —habla Paulo.
–Nene —lo miro.
–Gianna no entiende —señala a su hija.
–Que pendejo —Ezequiel le pega en la cabeza y Paulo lo mira mal.
–¿Jugamos al tutti frutti? —Paulo me mira.
–Bueno.
Él trae dos hojas y dos lapiceras, escribimos las categorías. Claramente yo tengo que hacer todo prolijo, no soporto el desastre ni siquiera en una hoja.
–Mamá, vení ayudarme —la miro.
–Entre tu mamá y vos no hacen una —papá me mira.
–Ay papá —lo miro riendo.
–Yo te ayudo —Lauti se sienta a mi lado.
El juego pasa entre quejas de ambos y Paulo descansandome, pendejo tarado.
Luego de unos minutos, preparamos la mesa y nos sentamos a cenar.
A las once y cuarto levantamos todo de la mesa y ponemos las copas con sidra.
–¿Que es esto, tía? —Azul mira la copa.
–Jugo de manzana.
–Yo quiero —le da un trago.
–¡No! —le saco la copa riendo—, es joda boluda.
–Ay Azul —Yanina la mira y le da agua.
La típica pelea comienza, que ya son las doce, que son y cincuenta nueve, y cincuenta y ocho. Al fin, la vieja confiable (Crónica) da la hora exacta.
Chocamos todas las copas y nos deseamos Feliz Navidad, yo dejo el vaso y abrazo a mi hija dándole un beso en el cachete.
–Feliz navidad, te amo —Paulo me da un beso corto y luego besa la frente de su hija—, feliz navidad hija, te amo.
Vuelve a darme un beso y se va abrazar a su mamá. Por mi parte, con mi hija a upa voy a saludar a mis papás. Los abrazo y ellos besan la frente de Gian, luego a mi hermano y cuñada.
Paulo alza a su hija y yo abrazo a mi suegra con una sonrisa, luego a los hermanos de Paulo y a sus respectivas parejas.
Dolo y Lautaro me abrazan para luego ir a buscar a su prima.
Busco a Tomás y lo alzo aunque está bastante grande.
–Feliz navidad mi amor —alzo a Azul y ella me abraza.
–Feliz navidad madri —me sonríe.
–Ahora si —Ezequiel abre una botella de no se que.
–Vamos a buscar los regalos, vení —agarro la mano de mi hija mientras sigo teniendo a upa a mi ahijada.
Vamos hasta el arbolito, dónde están todos los regalos envueltos y los más chiquitos se sientan abrirlos.
Paulo se va y vuelve a los minutos con un perrito en sus brazos.
Yo lo mato.
–Mira hija —él se sienta en frente de su hija.
–¡Guau guau! —sonríe y lo alza. Guau guau es un perro según Gianna, no sabe decirle perro.
–Yo te mato —miro a Paulo.
–Yo lo voy a cuidar —Paulo me sonríe.
–Paulo, alzalo que entre los cohetes y que no conoce a nadie está asustado —mamá lo mira.
Entre quejas de Gianna, Paulo le saca al perro y lo alza para llevárselo a un lugar en el que no haya mucho sonido y no se asuste demasiado.
Los chicos siguen abriendo sus regalos mientras yo voy a buscar mi celular en la cocina, vuelvo al living y me siento en el sillón para responder mensajes y desearle Feliz Navidad a mis amigos y demás.
Cuando la pirotecnia para, salimos al patio y Gianna juega con su nuevo perro el que ya está corriendo por todos lados.
A eso de las dos, Gianna sigue con todas las pilas y con el propósito de que se canse un poco le pongo el traje de baño y nos metemos a la pileta.
En año nuevo a esta hora voy a estar de joda ahre, igual si.
ESTÁS LEYENDO
21 | Paulo Dybala
Fanfiction"Sé que algún día vamos a volver a brillar juntos". [2° temporada]