Endeavor siempre había sido un hombre solitario, poco amable y muy prepotente, Enji Todoroki era un hombre intimidante, todos le tenían respeto y temor, su sola mirada intimidaba a todos.
Pero eso iba a cambiar....
Porque a su vida iba a llegar al...
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Como Humano, el temor a lo desconocido fue una reacción involuntaria por parte de Enji que miraba con los ojos bien abiertos a lo que tenía delante, se podía decir que era una mujer por su cabello largo y drezlado adornado con argollas en estos, también por su silueta, lo que no la convertía en una mujer normal eran sus rasgos totalmente animales, sus orejas eran puntiagudas y grandes, tras ella una cola se mantenía recta e inquieta, su cuerpo era bastante musculoso para ser femenino y su piel morena resaltaba sus ojos canidos, estos eran como dos chispas de distinto color, uno dorado cómo el oro el otro celeste como el cielo.
-¿Qué te parece Endeavor-san?
aquella voz no provenía de la horrible mujer, si no de de una sombra tras esta que poco a poco se mostraba, aunque por la voz tanto Enji como ______ supieron quién era.
-¿No es curioso encontrarnos acá?
-¡¡Tu!! -Gruñio La menor-
Enji la detuvo sujetandola del brazo, aquel sujeto parecía tener muchas cartas a su favor, en sus manos tenía un extraño aparato, fue entonces que el rápido recuerdo de su sueño paso por su mente, ese era el objeto que controlaba las radiaciones, Enji de forma impulsiva dio un paso hacia él peligris pero el ronco gruñido de la cosa que tenía delante le dio a entender que estaba ahí como guardia.
-¡Ho! Me disculpo -hablo con cinismo- ella es número millón, una Pet-Human echa para el combate y el exterminio, una obra maestra -sonrio mirando al ser- ella no es mía claro, así que porfavor no la hagan enojar...no quiero desgastarla
-¿Qué quieres entonces? -pregunto Enji llegando al punto-
-Deme a Cero Quince y te irás vivo
Enji acercó a ______ a él sujetandola con sus brazos ocultando su rostro en su pecho, protegiendola.
-Demela Endeavor-san, si lo hace gana usted ganó yo, tengo muchas oportunidades y lo único que me queda para aprovecharlas es esa Pet-Human -la apunto-
-¡¡No la llames así!! -grito Enji ya enojado-
-el trato esta echo, sólo me queda entregar el producto que obtendre de ella y se me dará el dinero, y así muchas oportunidades más -suspiro- si no me la da por las buenas tendré que usar a número millón, y si eso no funciona aquí tengo la solución -movio aquel aparato- aunque se que millón puede con un sujeto como tu, a eliminado peores.
-¡No vas a asustarme con tus mentiras!
-Demela...-insistio-
-¡¡Sobre mi cadáver!!
-Como quieras -sonrio malicioso- ¡¡Millón Ataca!!
La mujer solto un suspiro ronco, su cuerpo comenzó a temblar, sus brazos se ensancharon y con ellos se apoyo en el suelo quedado ahora en sus cuatro patas, su boca ahora era un hocico, su piel morena se cubrió de pelo y de su hocico lleno de dientes se escaparon roncos jadeos caninos, era claro era una Pet-Human perro y una de las razas más mortales, un Pitbull. Enji tomo a la menor y la empujo, indicándole que debía correr.
