La castaña entró al salón, divisó a Lucas sentado en el mismo lugar de siempre y con toda la atención en su celular. Caminó hasta él y dejó caer su mochila en el asiento a su lado, tratando de llamar su atención pero él no se inmutó en lo absoluto.
—Xuxi... —lo llamó, mas fue ignorada—... Vamos Lucas, no estés molesto conmigo.
—No estoy molesto contigo —se giró bruscamente hacia ella—. Pero sí dolido porqué parece que no confías en mí.
—Sí confío en ti, pero no te conté sobre ello porqué...
Él la interrumpió.
—A mí no me interesa sobre lo que me tengas que contar. Sabes que no me importa cuál sea tu problema, yo siempre estaré ahí para escucharte. Jamás te juzgaría porqué sé que ya estás un poco grandecita y se supone que sabes lo qué haces. Mi único problema es que me ocultes las cosas cuando prometimos que nunca habrían secretos entre nosotros.
El oír aquello la dejó sin palabras porqué él tenía toda la razón. Habían hecho una promesa que ella rompió. Yukhei nunca la juzgó al momento de contarle algo, simplemente la aconsejaba y se cercioraba de que su decisión no fuera algo que le afectaría.
—Sólo dime algo, ¿tú ya has estado con ese sujeto?
—¿A qué te refieres?
Ahora se sentía bastante intimidada ante la intensa mirada de su amigo.
—Sabes a lo que me refiero. Supongo que era bastante temprano y no irías a darle una visita desde las ocho de la mañana a las nueve, es algo estúpido. Tú venías de su casa.
Su amigo era tan intuitivo. En momentos cómo esos, su idiotez desaparece y lo hace ver cómo si nunca ha tenido ni una tan sola pizca de ella.
—Pues sí venía de su casa, pero nunca he estado con él así cómo tú lo piensas.
—Mhm... —respondió con desdén, sin embargo aquello le importaba muchísimo, después de todo se trataba de su mejor amiga— Sólo te aconsejaré que tengas cuidado con cualquier cosa que vayas a hacer.
La conversación murió allí, pues el profesor ya había llegado, entonces ella se colocó derecha y con la mirada al frente.
Ni siquiera tuvieron la oportunidad de hablar bien. Quería disculparse con él, tomar valor y al fin decirle la verdad pero al parecer tendría que aguantar hasta el final de clases.
—Yukhei, ¿podemos hablar después de clases? Por favor. —lo miró suplicante.
—Veré si puedo.
—Entonces, llámame si es así.
Un poco harta, pero muy dolida por su comportamiento, se levantó de su lugar y salió del salón.
Ella no tenía derecho a molestarse por la actitud de Yukhei, a fin de cuentas, no era su culpa, era completamente de ella por no tener el valor suficiente para decirle todo.
Su destino era peor, ya que llevaba clase con Nakamoto.
Al principio se sintió un tanto extraña por el hecho de estar saliendo con su profesor, pero saber que Yukhei estaba consciente de que salía con alguien lo hacía mucho más incómodo.
Tenía la sensación de que cada acción que obraba hacía muy obvia su relación con él, así que no le dirigió la mirada a Yuta desde el momento en que cruzó la entrada de su salón. Nakamoto no pasó por alto su raro comportamiento, pues ella siempre le dedicaba una que otra sonrisa o mirada juguetona, con discreción, claro. No obstante, esa vez se mantuvo seria durante toda la clase.
Él se le acercaba para "asegurarse" de que estuviera haciendo correctamente su trabajo, pero aún así ella no mantenía el contacto visual ni de ningún otro tipo con él. Incluso era cortante al hablar, pero comprendió que ella solo evitaba ser obvia con sus interacciones porque compartía asiento con Yukhei.
Cuando la clase finalizó, ella se tardó un poco más que el resto en salir y justo cuando pasó frente a Yuta, él la tomó por la mano, obligándola a detenerse.
—¿Qué ocurre? ¿Estás molesta conmigo?
La preocupación se notó en su semblante, entonces ella sonrió para calmarlo.
—No es eso —colocó su mano sobre la de él y la acarició—. Sólo quiero evitar ser obvia y que la gente se entere.
En contra de su voluntad, se vio en la obligación de soltarlo antes de que alguien entrara.
—Uff, pensé que sí estabas molesta —soltó un suspiro—. ¿Te veré en la noche?
—Mhm... —tomó unos cortos segundos en pensar.
Por la tarde hablaría con Yukhei, si es que él estaría disponible, así que probablemente para la noche ya podía estar libre, aunque no sabía si la reacción de Yukhei sería algo que la dejaría mal.
—Te llamaré para avisarte. Tengo un pequeño asunto que resolver.
—¿Yukhei? —preguntó elevando ambas cejas. Ella emitió un sonido con la garganta en señal de afirmación—. Entonces esperaré.
—Bien, ya debo irme o llegaré tarde a clases.
Se giró sobre sus talones y se apresuró a caminar.
—¡Hey! —Yuta elevó un poco la voz.
La castaña volteó a verlo y él lanzó un beso al aire, al mismo tiempo, guiñó un ojo. Su gesto le sacó una pequeña sonrisa y se limitó a devolvérselo y, por último, a salir del salón.
(...)
Ya estando en casa se dispuso a esperar la llamada de Yukhei o alguna señal que le indicara que sí podían hablar. Los nervios y la inseguridad la estaban matando. Todo eso era una locura y no sabía cómo su amigo se lo tomaría.
El vibrar de su celular llamó su atención e inmediatamente lo tomó. Era un mensaje de Yukhei. Tardó unos segundos en abrirlo, preparándose mentalmente para lo que fuera posible, hasta que finalmente lo hizo.
«Xuxi:
Disculpa, no podré hablar hoy contigo ya que surgió algo, espero entiendas»Liberó un gran suspiro de tranquilidad al momento de leer aquello. Realmente quería hablar con él pero a la vez tenía mucho miedo de hacerlo, aunque el pequeño peso de que todavía tendría que decírselo estaba ahí.
Sabía de sobra que ese mensaje no fue más que una estúpida excusa y que Yukhei no fue porqué estaba muy resentido con ella. Jamás se imaginó que él seguiría así por el resto de la semana.
Con el paso de los días, ella hizo un sinnúmero de intentos por hablar con él, sin embargo, siempre la evitaba y/o ponía más excusas. Lo peor es que cada vez se estaban distanciando de a poco y eso sólo le hacía sentir muchísimo peor, pues no quería perder a su mejor amigo.
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Be with You ; Nakamoto Yuta
Fanfiction"-¿En serio te arriesgarás a esto, a perder tu trabajo? -¿Y tú arriesgarás tu reputación? Ella lo miró por unos segundos. Era el hombre más lindo que jamás había visto y que le hacía experimentar sensaciones inefables. Sin duda le gustaba él. -Por...