No la besó. Yurih se acercó a él y beso su mejilla (muy cerca de la comisura de sus labios) pero de igual manera fue un gesto incomodo e inapropiado. Ver a ___ llegar tan pronto cómo Yurih se marchó lo puso inquieto. ¿Y si los había visto? No quería que ella malinterpretara las circunstancias y tener problemas.
Ni siquiera se molestó en preguntar cómo le fue con su familia, simplemente se dirigió a la cama sin tocar algún tema de conversación.
No le gustó mentirle, al contrario, le hizo sentir pésimo. Sólo quería que ese día terminara para así recompensar el tiempo que no pasó con ella al siguiente.
Ella, desde su punto de vista, se molestó mucho con él al notar su deshonestidad y, por primera vez desde que estaban juntos, se fueron a dormir sin decir algo, darse alguna caricia o beso.
A la mañana siguiente que despertó, se incorporó en su lugar y notó que Yuta no estaba en la cama. Escuchó la regadera correr y comprendió que él estaba tomando una ducha. Se dedicó a mirar a la nada mientras recargaba su cabeza sobre ambas manos hasta que Nakamoto salió, portando una toalla desde su cintura y con su torso desnudo y húmedo.
—Oh, ya despertaste. —sonrió. Ella giró su rostro un poco sonrojada por la imagen.
Habían tenido muchos encuentros comprometedores, sin embargo, aún se sonrojaba y ponía nerviosa al tenerlo así de frente. Carraspeó la garganta tratando de disimular.
—Buenos días. —frunció levemente el ceño, aún sin mirarlo.
—¿Cómo amaneciste?
—Bien... Supongo. —apretó los labios.
Nakamoto, al ver que no se atrevía a mirarlo, comprendió y caminó hasta ella.
—¿Te gustaría salir hoy?
—¿No tienes nada que hacer?
—Quiero pasar el tiempo contigo. —se arrodilló frente a ella para quedar a su altura.
Su mirada vagó por el torso del chico y tragó ruidoso.
Nakamoto tomó sus brazos y se rodeó a él mismo, formado un abrazo, dejó un beso sobre su hombro, cuello, mejilla y llegó a sus labios dónde depositó uno corto. Ella rápidamente escondió su rostro en el cuello de su novio. Lo tenía prácticamente desnudo frente a ella y toda la situación la ponía nerviosa.
—Está bien. Iré a alistarme. —se separó bruscamente de él y se apresuró a entrar al baño.
Yuta rió silenciosamente al darse cuenta de su actitud; le causaba ternura y gracia. Tantas veces que había intentado llegar más lejos con ella, pero siempre lo detenía. No le molestaba que lo evitara, pues su intención no era hacerle sentir presionada.
(...)
A patinar. No podía creer que estaba a sólo unos minutos de dejar los dientes botados en ese lugar.
—¡Ah no! Yo no puedo hacer eso Yuta, no quiero caer... —antes de que pudiera terminar, Yuta la empujó hacia él, obligándola a entrar—... ¡No! ¿Qué haces?
Se aferró fuerte a él con miedo a caerse mientras lo escuchaba reír.
—Tranquila... Mira, suéltame...
—No... —apretó su agarre.
—Si no me sueltas nos vamos a caer.
—También me caeré si te suelto.
—Yo te sostendré, inténtalo.
—Pero... Está bien...
Muy despacio, soltó a Yuta y torpemente se intentó equilibrar pero tambaleó. Ya estaría en suelo si no fuese porque Yuta la sostuvo. Le sorprendía el equilibrio de este que se mantenía firme aún sosteniéndola a ella.
—Dame tus manos —las tomó y ella negó—. No te muevas así o te caerás —la acercó a él para tomarla de las muñecas—. Vamos a hacerlo pero no te asustes, ¿entendido? —la chica asintió e intentó seguir el ritmo de Yuta cuando este empezó a deslizarse.
Tardó un poco en tomar confianza y aún cuando se soltó se ganó un par de caídas y risas por parte de Yuta quien no dejaba de sonreír al verla intentando. Después de un largo rato de intentos fallidos pudo dominar un poco su equilibrio y movimientos, aún así Yuta optó por tomarla de la mano y no la soltó hasta que salieron de allí.
Esa salida le había ayudado a olvidar sobre Yuta y aquella chica... Aunque no por mucho ya que cuando estaban de regreso, justo cuando estaban a punto de entrar, escuchó una voz femenina nombrar a Yuta.
Ambos se giraron. La castaña no se dio cuenta de que aquella era la misma chica de la noche anterior, puesto a que no la pudo observar bien debido a la oscuridad. No obstante, la posibilidad de que pudiese ser ella no tardó en llegar a su mente.
Sintió a Yuta tensarse y este soltó su mano.
—Yurih... Hola. —trató de mostrarse tranquilo lo máximo posible.
No quería que esa chica armara un gran problema con su pequeña ahí mismo.
¿¡Por qué no me dejas en paz de una vez por todas!?, gritó en su interior.
—Hola, Yuta —sonrió insinuante, sobre todo para él y le extendió una bolsa similar a las de la pastelería—. Pasaba por aquí para traerte esto. Sé que te gusta y no pude evitar pensar en ti al verlo.
La menor arrugó su entrecejo ante el último comentario. Miró a Yuta tomar la bolsa y musitar un «gracias». Parecía que se conocían muy bien. Ella quería saber quien era esa chica y se preguntaba en que momento él la presentaría.
—¿Y ella quien es? ¿Tu hermanita menor? —miró a la castaña, quien sólo se mantenía atenta a la conversación de los dos.
No sabía si sus palabras iban en serio o era puro sarcasmo, ya que su sonrisa y tono de voz no parecían del todo sinceros.
—Oh, ella es... es —Nakamoto rascó su cabello con nerviosismo—... una amiga muy cercana.
Al oírlo esto, la menor volteó a verlo desorientada y se podría decir que dolida. Trató de buscar un lado positivo a la situación y se convenció de que Yuta sólo lo dijo para que aquella chica no pensara mal de él. Lo que menos quería era tener problemas o ser juzgados en ese momento.
—Ya veo. Un gusto, soy Yurih...
Yuta se adelantó antes de que ella pudiera completar su oración.
—Una amiga mía, casi cómo familia. Si me disculpas, debemos entrar. Tú deberías ir a casa o te podría pasar algo, ya casi es de noche. Adiós. —articuló con rapidez.
Tomó a ___ de la mano y la obligó a entrar con él. Yurih se giró en cuanto la puerta se cerró y se marchó de allí con una amplia sonrisa.
—Ella...
—Es sólo una amiga y es un poco especial, así que es mejor mantenerse lejos.
—Ahh, ya veo.
—Y sobre decir que sólo eres mi amiga, intento protegerte. No quiero que malentiendas.
—No lo hice, en serio —asintió apretando los labios—. Yo... iré a tomar una ducha y descansaré un poco.
—Está bien. —sonrió forzosamente y la miró irse.
Yuta llevó ambas manos a su cabeza y tiró de su cabello mientras soltaba un suspiro de frustración. Nada iría bien y mucho menos ahora que se conocían. Sabía que a ___ le dolió el haberla presentado cómo su amiga, pero realmente quería mantenerla lejos de Yurih.
Por otro lado, la menor tenía la cabeza hecha un lío. Si Yurih era una amiga, casi familia, cómo él mismo lo dijo, ¿por qué no le tendría la confianza suficiente para decirle sobre su relación? No tendría porqué juzgarlo, ¿verdad? Entonces, ¿por qué se veía tan nervioso frente a ella y no le permitió hablar? Fue cómo si Yurih diría algo inconveniente.
Yuta tenía muchas dudas que aclarar.
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Be with You ; Nakamoto Yuta
Fanfic"-¿En serio te arriesgarás a esto, a perder tu trabajo? -¿Y tú arriesgarás tu reputación? Ella lo miró por unos segundos. Era el hombre más lindo que jamás había visto y que le hacía experimentar sensaciones inefables. Sin duda le gustaba él. -Por...