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[Dos meses después...]

Los días pasaron cómo hojas de otoño que se lleva el viento y el día de su graduación por fin llegó. Hansol estaba presente cómo lo había hecho en todo momento cuando ella lo necesitó. Aunque por un momento pensó que llegarían a ser algo más que amigos, lo cierto es que sus sentimientos por Yuta jamás cambiarían, y eso lo confirmó aquel día en el baile.

Flashback:

Bailaba despacio junto a Hansol al compás de la música. Sus manos reposaban sobre los hombros del chico y él la rodeaba por las caderas con las suyas. Su firme agarre y su mirada tan dominante le hacían sentir cohibida.

De un momento a otro, se perdió en sus ojos y fue cómo si todo a su alrededor comenzó a desvanecer. La mirada de Hansol vagaba de sus ojos a sus labios e, inconscientemente, ella remojó los suyos. La situación era tan intensa que no pudo evitar sentirse nerviosa y tragó ruidoso. Hansol dejó de moverse y, por ende, ella también.

No había necesidad de articular palabra alguna, sus miradas ya hablaban por ellos o, al menos, por él.

Todo ocurrió tan rápido y sus emociones comenzaron a tomar control sobre ella. Comenzó a acercarse muy despacio a él, quien no se molestó por alejarse y simplemente se mantuvo quieto, esperando por aquel beso. Sus labios rozaron levemente y, en ese instante, la imagen del rostro de Yuta llegó a su mente.

Recordó su hermosa sonrisa, sus tiernos gestos, incluso sus expresiones cuando hacían aquel acto tan íntimo de los dos. Parecía algo loco, pero juraba hasta haber escuchado su voz. Simplemente no podía hacerlo.

Apretó sus ojos y se alejó despacio hasta recostar su cabeza sobre el hombro de su acompañante.

—Lo siento. —susurró sobre su oído.

—No hay problema. Sé que es por él y déjame decirte que no estoy aquí para tomar su lugar. Comprendo si no quieres.

Ella lo miró un tanto avergonzada. Hansol era una increíble persona, pero no podía engañar a su corazón diciéndole que había olvidado a Yuta, no cuando este aún era el causante de que sus latidos se aceleraran con tan sólo recordarlo.

Fin del flashback.

Pese a que las cosas no se dieron cómo ellos pensaban, ella quería permanecer a su lado sin importar qué.

Ahora él la apreciaba desde la multitud. Ella traía puesto su toga y birrete, siendo rodeada por sus demás compañeros que vestían de la misma forma. Esperaban pacientes a que el director finalizara su largo y aburrido discurso para así ir a la fiesta después de la graduación.

No podía creerlo, esa jornada tan tediosa llegó a su fin. Es de admitir, extrañaría un poco ese lugar.

Minutos después, se escucharon aplausos y gritos de alegría por parte de los alumnos, dando cierre a ese ciclo. Hansol se puso de pie rápidamente y corrió a ella.

—¡Hansol! —exclamó con alegría y corrió hasta sus brazos.

—¡Felicidades, bonita! —la estrujó suavemente— ¡Lo lograste!

—Lo sé. Estoy muy feliz. —dio pequeños brincos de emoción.

—Y mírala a ella que se graduó con honores. —la codeó.

—Lo sé, lo sé. —movió su cabello de forma engreída para luego reír.

—Me alegra mucho por ti, de verdad, pero ahora te espera algo peor.

Be with You ; Nakamoto YutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora