Después de una larga plática con Yukhei, que fue más cómo un regaño por no haberse cuidado al momento de estar con Yuta, decidió visitar una clínica para saber qué le ocurría. Hansol se ofreció a llevarla, pero este aún no estaba al tanto de la situación, ya que ella misma le pidió no preguntar.
—¿Vas a estar bien? —preguntó Hansol antes de que ella bajara del carro.
—Sí, sí, no te preocupes. No es nada grave —trató de sonreír—. Gracias por traerme.
—Por nada. Si necesitas más ayuda no dudes en llamarme.
Ella asintió y seguidamente bajó del auto, cerrando la puerta a sus espaldas. Hansol arrancó casi de inmediato mientras ella se mantuvo de pie frente al edificio.
Tal vez no era nada grave, pero no podía dejar de sentirse nerviosa. Desde hace días había estado sufriendo de constantes mareos, pero nada de vómitos. Aún así, ¿cómo podría ser posible que estuviera embarazada si claramente tomó las píldoras cuándo Yuta se las llevó? Sabía que las probabilidades de que no funcionaran eran bajas pero no cero, y si así era, su suerte apestaba.
Suspiró profundamente, tratando de relajarse y entró a la clínica.
(...)
Una vez estando fuera, traía los resultados de su análisis. Después de haber confirmado sus dudas, tenía un montón de sentimientos mezclados y no sabía el porqué. ¿Decepción? ¿Felicidad? No lograba descifrar sus emociones.
Pensó en llamar a Hansol para que fuera por ella, pero ciertamente Yukhei era la mejor opción, después de todo él merecía saber antes que nadie. Marcó a su número e inmediatamente atendió, haciéndole saber que en unos minutos estaría allí.
Yukhei se aparcó frente a ella cuando la divisó de pie y le ordenó subir.
—¿Y bien? —preguntó su amigo.
No tenía la más mínima intención de arrancar, no sin antes saber con certeza las cosas.
—Yukhei... —musitó ella, jugando inquieta con sus manos—... En verdad lo siento.
—Por Dios, sé directa. ¿Estás embarazada o no? —entonó fastidiado, pero lo cierto es que se encontraba más nervioso que ella.
—Yo... —lo miró apenada y un tanto cohibida—... Sí.
—¡Mierda! Lo sabía.
Golpeó el volante de su auto y comenzó a soltar un sinfín de groserías y maldiciones hacia Yuta. La menor lo miró con ojos bien abiertos al escuchar sus palabrotas y quiso reír.
—Xuxi, calmate...
—¡¿Cómo quieres que me calme cuándo ese idiota te jodió la vida?! Juro que lo golpearé muy fuerte cuando regrese. De esta no se salva. Ya le patié el trasero antes y no será difícil volverlo a hacer. ¡Maldito bastardo...!
—¡Yukhei, basta! —gritó ya enfadada— Es broma. No estoy embarazada. Deja de insultarlo porque, aún si fuera cierto, no sería culpa suya únicamente.
—¡¿Qué?! ¿Entonces no trajiste un mini-Yuta contigo ahí? —le señaló el vientre y enarcó una ceja mientras la miraba con recelo. Ella negó repetidas veces— Entonces, ¿qué es lo que te pasa? —se cruzó de brazos y la miró con mucha atención.
Su amiga tomó una bocanada de aire y lo dejó salir con la misma.
—La doctora me dijo que estaba sufriendo de un pequeño trastorno nutricional.
—¿Y eso por qué?
—... No he estado comiendo cómo se debe y al consumir cierta cantidad de comida, mi estómago lo sintió muy pesado y por eso me hizo devolverlo. —continuó, teniendo la mirada perdida en sus manos. Yukhei soltó un pesado supiro.
—Nena, sé que extrañas mucho a Yuta, pero no por eso vas a estar triste a tal punto de no querer consumir la cantidad necesaria de comida que tu cuerpo necesita.
—Lo sé, pero es que...
—Mira, ¿te parece si me quedo contigo por un tiempo? Así podrías pasar más entretenida y pensar menos en la situación, al menos hasta que te sientas mejor.
—Siento que no deberías, Xuxi. La estoy pasando mal por algo tan estúpido, aún así, me encanta la idea de que te quedes conmigo. —sonrió a medias.
Así podría aprovechar para reponer el tiempo que no había estado con él y es que lo quería tanto que se había acostumbrado a su presencia y siempre lo extrañaba donde sea que no estuvieran juntos.
—Esa es mi niña —sonrió mientras desordenaba cariñosamente su cabello—. Además, ya nos hace falta un trabajo, ¿no crees? —sonrió y ella le imitó, asintiendo a la vez— Podríamos salir a buscar uno juntos.
—Xuxi... —lo miró, él asintió ligeramente, dándole a entender que continuara—... Eres el mejor, a pesar de todo lo que te hice y las preocupaciones que te sigo dando, nunca me abandonas.
—Aah, no te preocupes por el pasado —se encogió de hombros, restándole importancia a la situación—. Tú eres mi pequeña y eso jamás va a cambiar, ni aunque el idiota de Yuta te lleve lejos de mí.
La menor sonrió negando. Eran tan evidentes sus celos hacia el japonés que le era imposible no sentirse enternecida. Cómo el mismo Yukhei lo mencionó, ella siempre estaría ahí con él, manteniendo el cariño mutuo y esa casi-hermandad que habían llegado a construir.

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Be with You ; Nakamoto Yuta
Fanfiction"-¿En serio te arriesgarás a esto, a perder tu trabajo? -¿Y tú arriesgarás tu reputación? Ella lo miró por unos segundos. Era el hombre más lindo que jamás había visto y que le hacía experimentar sensaciones inefables. Sin duda le gustaba él. -Por...