Era algo loco, pero ahí se encontraba, durmiendo nuevamente con él. Yuta le daba pequeños besos y la acariciaba con cariño, o eso intentaba ya que era algo muy difícil al notar que no era correspondido por ella.
—¿Pasa algo? La veo un poco distraída y extraña —comentó Nakamoto, aún sin alejar tanto su rostro del de ella, quien simplemente negó con la cabeza mirándolo—. ¿Está cansada? Porqué si es así por mí no hay problema, yo la dejo descansar.
—No es eso —apretó los labios con preocupación—. Es Yukhei, no me siento bien haciéndole esto...
—¿Haciéndole qué? —la miró desorientado mientras reincorporaba su postura.
—Le he mentido a Yukhei sobre muchas cosas desde que usted y yo estamos saliendo. Él es realmente importante para mí, lo que significa que me pone mal hacerle esto.
—¿Y por qué no se lo dice y ya?
—¿Usted cree que es algo sencillo? —lo miró incrédula, también sentándose— Tengo miedo de cuál sea su reacción y que se moleste conmigo y no me quiera hablar jamás por mentirle. Pensará que no confío en él, lo conozco.
—Hey, tranquila —sonrió y pasó su brazo por los hombros de esta para atraerla hacia él—. Yukhei es su mejor amigo y lo entenderá, estoy seguro.
—Yukhei puede ser muy tranquilo pero cuando se trata de mí es diferente. Probablemente lo termine odiando a usted.
—Veremos si eso pasa cuando lo aplace a propósito. —sonrió cínico.
—¡Yuta! —se separó de él y golpeó su pecho.
—Sólo juego... pero igual, dígaselo, no quiero verla así.
—Y si mejor nosotros... —asintió leve, teniendo la esperanza de que él comprendiera a qué se refería.
—Ahm... ¿Se siente lista para eso? —preguntó con una ceja elevada.
—¿Lista para... ¡No me refiero a eso, Nakamoto!
—Wah, que ruda se oye llamándome por mi apellido... Me gusta.
Ella resopló resignada.
—Me refería a que si sería mejor dejar todo esto. Así evitamos amistades dañadas, problemas en la escuela, que usted sea despedi...
No logró terminar ya que Yuta selló sus labios con los de ella.
La obligó a recostarse sin romper la conexión y sin dejar de acariciar su rostro. Estaba loca si creía que la dejaría ir así por así. Ella le gustaba, le gustaba muchísimo y no permitiría que eso pasara, al menos eso fue lo que quiso darle a entender con ese beso.
Cuando sintió que necesitaba aire, se separó escasamente de ella.
—Eso es algo que yo no quiero y creo que usted tampoco lo quiere. —musitó con una pizca de agitación en sus palabras.
La chica se limitó a mirarlo mientras mordía el interior de su mejilla. Ese silencio le dio a entender a Yuta que así era, pero esperó paciente por una respuesta concreta y no le apartó la mirada ni un segundo, algo que le hizo sentir un poco cohibida. Segundos después, terminó asintiendo y dándole la razón.
—Tiene toda la razón. Ya encontraremos una forma de avanzar con nuestra relación sin lastimar a las personas que nos rodean. —sonrió lánguida.
—Muy bien pequeña. Ahora a dormir. —tomó la sábana y la acobijó bien.
—Pero no tengo sueño. No quiero dormir ahora.
—¿Entonces qué quiere?
—Besos.
—¿Besos?
—Mhm... Sí, eso suena bien —se acurrucó más a él y poco a poco fue cerrando los ojos—. Por cierto, ¿podemos dejar las formalidades? Al menos cuando estemos juntos.
—De acuerdo —besó cortamente sus labios—. Si así lo quieres.
—Ahora dame mis besos. —exigió con una inocente sonrisa.
—Ya voy, ya voy.
Nakamoto no tuvo más opción que complacer a su pequeña llenándola de mimos; sobando sus mejillas, dándole besitos en la frente, nariz y labios, jugando a correr sus dedos entre su cabello y rascando sutilmente su cabeza. Sus caricias eran tan dulces que no tardaron en estimular el sueño de la chica.
—Mhm... Te quiero. —susurró completamente adormilada y escondió su rostro en el pecho de Yuta, quien acariciaba su hombro.
Vaya, por poco y olvida lo que se sentía que le dijeran aquellas palabras. De verdad que no las escuchaba hace mucho y un cosquilleo invadió su estómago al oírla decir aquello.
Volteó a verla y se dio cuenta que ya dormía. ¿Por qué era tan linda? Lo volvía loco. Qué locura haber caído por su alumna, pero tal vez así lo quería el destino. Tal vez ella era la persona por la que él esperaba y que en el pasado confundió con otra. Ella era su presente.
—Yo también. —dio un último beso sobre su cabello y la abrazó para después cerrar su ojos e ir cayendo en un profundo sueño.

ESTÁS LEYENDO
Be with You ; Nakamoto Yuta
Fiksi Penggemar"-¿En serio te arriesgarás a esto, a perder tu trabajo? -¿Y tú arriesgarás tu reputación? Ella lo miró por unos segundos. Era el hombre más lindo que jamás había visto y que le hacía experimentar sensaciones inefables. Sin duda le gustaba él. -Por...