prohibida ↪ Pedro de la Vega

72

Mi celular suena y no le doy importancia, hasta que sigue sonando varias veces y lo miro.

Vicky

Gato, regalito para vos
00:34 am

Y no te calientes conmigo porque no tengo nada que ver
00:34 am

Calentate con la trolita de tu novia
00:34 am

Fijate lo que hace, porque se de re buena fuente que está con Pedro y a la vez con vos, de dónde pensas que la gente saca todo lo que dicen de ellos dos?
00:34 am

Anda a preguntarle si no me crees
00:35 am

La mina que más querés termino siendo una putita que te mete los cuernos y tu mejor amigo con cara de santo se la está cogiendo, como la ves?
00:35 am

Agustina sale del baño y le tiró el celular en la mesa de la cocina, ella lo lee y me devuelve el celular.

–Decime que no lo estas viendo, que no le diste un beso y que no te lo cogiste —la miro—. No te da la cara.

–Gastón... —me mira.

–Gastón nada... te fuiste a la mierda con esto Agustina, tenías tantos pibes y justo me cagaste con mi mejor amigo —la miro y agarro mi celular—. Él me chupa un huevo, pero a vos te conozco hace diez años, la mina que más amo, con la que pasé más de la mitad de mi vida y la que conoce todo de mi... nunca pensé que podrías ser tan mierda.

Ella no dice nada, niego con la cabeza y busco las llaves del auto.

–Gracias por cagar años de relación... ojalá esto te dure y no me hayas cagado por una calentura.

Cierro la puerta y una mínima esperanza queda en mi de que ella abra la puerta y mínimo me pida perdón y me de un último abrazo. Pero eso no pasa.

–Amigo, querés venir a...

–¿Qué querés? —respondo.

–¿Qué te pasa? —habla Toto.

–Pasa que Agustina me recontra cagó con Pedro... pero seguro eso ya lo sabías si son mejores amigos ¿O me equivoco? —salgo del ascensor.

–¿Querés que vaya? —pregunta.

–Si —respondo con la voz quebrada, que pendejo del orto soy al llorar.

–Aguantame un toque que estoy en la loma del culo, déjame la llave donde sabes.

No respondo y corto para subir al auto y manejar hasta mi casa.

A la mierda con eso de que los pibes no lloran. Voy a llorar todo lo que se me cante el orto y si es necesario no voy a salir de mi casa hasta que esto se me pase, o sea nunca, así bien de drama king.

Igual yo también lo hice, pero fue una vez y no con su MEJOR AMIGA.

Agarro mi celular y veo la foto que tengo de fondo de pantalla con Acu, la miro por unos segundos para luego revolear el celular a cualquier lado.

Voy a mi habitación y están los recuerdos con ella por todos lados, literalmente. Fotos, ropa de ella y hasta tengo su remera que uso en su primer citación a la selección.

No hago nada más que tirarme a la cama a llorar mientras quiero matarme por toda ésta situación de mierda que estoy pasando, ni siquiera me lo merezco.

Porque si me decís que fui un hijo de puta con ella, que la maltrataba o algo así hasta te lo acepto y entiendo. Pero no, en todos esos años juntos no hice nada de lo que mencioné.

Y Pedro, ni siquiera sé me cruzó por la cabeza que él se metiera con mi novia, ahora ex, aunque algunos lo decían ni siquiera lo creí y si en algún momento se lo dije a Agustina fue porque estaba perdiendo la pelea ysi. Con esa cara de nene bueno se cogía a mi novia mientras ella estaba conmigo.

Era mi hermano, ¿Entienden? Compartimos millones de cosas y sabemos mil cosas el uno del otro. Y bueno, de tanto compartir las cosas se olvido que era mi novia y eso no se compartía.

No me entra en la cabeza como alguien puede hacer lo que hicieron ellos dos. De verdad, te tiene que importar muy poco los sentimientos del otro y tenés que ser una mierda de persona.

Me siento en la cama al escuchar la puerta de la entrada, ojalá sea un asesino serial.

–Estas muerto amigo —Toto me mira.

Agustina Habif.

Lo único que hago es agarrar el celular por la cantidad de veces que suena, lo miro y es mi mejor amiga llamando.

–Gorda, ¿Qué pasó? —habla—. Toto me dijo...

–¿Podés venir?

–En cinco estoy...

Ella solo corta y yo bajo a esperarlos, tiene pocos minutos de viaje. Cuando llega le abro la puerta y ni siquiera la saludo, subimos por el ascensor y entramos al departamento.

Ella inmediatamente me abraza y yo me largo a llorar, encima tengo alto derrame y la ceja cortada. Un desastre.

–Gorda, no llores —me limpia las lágrimas.

–Esta pendeja de mierda le dijo todo, no le correspondía a ella decírselo —la miro.

–¿Vicky? —asiento—. Yo la mato.

–No, yo la voy agarrar en cuanto la vea —asiento con la cabeza—. No puedo asimilar esto... te juro que no lo entiendo.

Me tapo la cara y sigo llorando.

–Acu, lo hubieses pensado antes... sabías en lo que te metias.

–Pero no quería que termine en esto, en Gastón sufriendo y llorando —la miro—. No quiero verlo mal porque sé que si él está así me voy a poner peor por él... no quiero verlo con un rendimiento de mierda por mi culpa.

Porque mierda ese palazo en la cabeza no me mato, porque. Pero la que si va morir va ser esta pendeja de mierda, yo la mato en cuando la vea.