Pedro está en casa, ni siquiera sabe que Gastón se enteró de todo.
–Gastón ya sabe y yo no sé lo dije —lo miro.
–¿Eh? —me mira—. Se suponía que ibas hablar vos con él.
–La pendeja del orto de Victoria le dijo...
–Ya sabemos quien le dijo, porque estoy demasiado seguro de que nadie nos vió ni nada...
–Yo la voy agarrar...
–No hagas nada, ya fue.
–Ya fue nada Pedro, porque era un tema que yo tenía que hablar con Gastón —lo miro con la voz quebrada—, no ella.
Al rato Pedro se va entrenar y yo a la media hora también aunque no tengo ganas, y no es porque no quería entrenar o algo así, no me da la cabeza ni el ánimo para hacerlo.
–Gorda —Flor me abraza.
–A ver tu ojo —Marie me mira y se lo muestro—, alto derrame tenés.
–Ayer fui al médico...
Mientras ellas hablan yo no digo nada, ni siquiera saludo de la manera enérgica a mis compañeras a las cuales no veo desde hace un mes. Volví hace dos días y todo va de mal en peor, en el día uno acá Gastón se enteró de todo y ahora me odia y en el día dos seguro me lo cruce.
–¿Tenemos gimnasio?
–A la tarde —Marie mira a Azul.
Ojalá me muera antes de la tarde porque no tengo ganas de compartir gimnasio con los chicos de primera y tener a Gastón en las mismas cuatro paredes que yo porque seguro va ser horrible.
Luego de unas cuantas que hago para el orto, tiro el palo al piso y me siento en el banco de suplentes. Que se vayan todos a la mierda, aunque no tienen que ver con lo que pasó.
–¿Me puedo ir? —miro a Marie—, no me siento bien.
–Anda —me besa la frente—. Avisa cuando llegas.
Cuando llego al estacionamiento los chicos de primera están saliendo, sigo caminando porque no quiero cruzarme a nadie.
Dejo el bolso y el palo en la parte de atrás del auto, cierro la puerta y veo a Toto el cual viene hacía mi. Lo miro y él me abraza fuerte, claramente no quiero llorar aunque debo tener los ojos rojos porque hace menos de quince minutos estaba llorando.
–Termino de entrenar y voy a tu casa —Toto me mira.
–Dale —asiento.
Me doy media vuelta y veo a Gastón el cual me está mirando y se nota en el que obviamente no está bien, se nota que lloró hasta hace un rato. Quiero abrazarlo y pedirle perdón por todo pero me va sacar cagando.
Subo al auto y suspiro para empezar a manejar. Al llegar al edificio, dejo el auto afuera y dejo todo ahí.
–¿Qué pasó? Es temprano —mamá me mira.
–Nada —la miro negando con la cabeza.
–Mi amor —me abraza—, no quiero verte así.
–Me voy a bañar —la miro—, más tarde viene Toto.
Voy a bañarme, una larga ducha de agua tibia, luego salgo y me visto con lo primero que encuentro y me acuesto en la cama.
Juli
Acuuuu
11:45 amNo estás perdiendo nada, sabes que acá te queremos banda y siempre vamos a estar para lo que quieras
11:45 am
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prohibida ↪ Pedro de la Vega
FanficUna vez más hizo la gran Mauro Icardi, y le robó la novia a su amigo.