prohibida ↪ Pedro de la Vega

90

11/05/2019

Gastón Lodico.

Como siempre, estoy en la casa de mi familia haciendo claramente nada.

–Mamá, ahora yo me voy con Acu —habla Julián y lo miro.

–¿Vos vas? —mamá me mira y asiento—. Julián, ¿Por qué no te vas con tu hermano?

–Porque Acu me dijo que me pasaba a buscar si quería y le dije que si.

–¿Por qué la molestas al pedo? —habla mamá dirigiéndose a mi hermano pero mirandome a mi.

–No me mires a mi mamá, yo no me hablo con Agustina —digo de mala manera.

–Para pelotudo, deja de hacerte el superado y contesta bien —Julián me mira.

–Chupala pendejo, ahora que te lleve y te traiga Agustina —lo miro mal y devuelvo la vista al celular—. Vos andate ahora que después me voy con Toto.

–Igual no iba a ir con vos —se encoje de hombros—. Ahora viene Acu y creo que Pedro, ma.

–Ah bueno, me encantó —lo miro.

–Gastón por dios, ¿Qué te la agarras con él? —mamá me mira.

–Boe ahora está prohibida la palabra Pedro —habla mi hermano.

–Prefiero a Pedro antes que a Vicky, bro —aparece mi hermana.

–Son re pelotudos —miro a los dos.

Ahora resulta que estos dos idiotas quieren a Pedro después de todo lo que pasó, son pelotudos o son pelotudos.

Al rato me voy porque suficiente con que tengo que ver a mi ex con Pedro todo un día, aunque voy porque Agustina me rompió las bolas con que vaya y no tengo nada que hacer y no pienso separarme de mis amigos por algo así.

Agustina Habif.

Me levanto a las ocho y me preparo para ir a la quinta, me visto y agarro el bolso.

–Ma, ¿Vos vas? —la miro.

–Mas tarde...

–Yo quiero ir con Acu —Ámbar mira a mi mamá.

–Te aviso, vas conmigo y me vas hacer caso a mí —la señalo—. No te vas hacer la pelotuda.

–Si —asiente.

Mamá me da las cosas de mi hermana y juntas bajamos para luego entrar al auto. Ella se sienta atrás y yo manejo, claramente.

–¿A dónde vamos ahora?

–A buscar a Juli y Pedro...

–¿Y Gato? —se pone entre los dos asientos del frente.

–Va después... sentate que te vas a caer.

Al llegar a la casa de ellos, le aviso a Nancy y me dice que entre porque la bendición menor está tardando.

Alzo a mi hermana en mi cintura, aunque ya sea grande, y entramos.

–Ya te extrañabamos —Nancy me abraza sonriendo y bajo a mi hermana.

–Vos si vas a medir más que Gastón y Acu —el papá de Gastón mira a mi hermana y luego me saluda a mi.

–Basta con mi altura —lo miro riendo.

–Gato estuvo acá y dijo que iba ir más tarde.

–Si, me dijo que iba a ir con Toto al mediodía —asiento—. Lo obligué a ir real, el grupo no se puede separar por esto.