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01/06/2019

Desde el lunes que estoy entrenando aunque sin ganas. Porque de verdad prefiero irme y estar bien en otro club, aunque amo este, y jugar porque al fin y al cabo es mi trabajo y no lo puedo perder.

Al llegar al vestuario, hago saludo general y me cambio para ir a precalentar. Después arman dos equipos para jugar, por supuesto yo no estoy en ninguno.

Dato sin importancia, ya jugaron dos partidos desde que llegué y yo no fui citada a ninguno.

–Voy a las gradas, total no voy a entrar —miro a Marie.

–Acu, no...

–Los de arriba, ya se... no es tu culpa.

Agarro el palo, no se para que, y voy a las gradas bajo la sombra mientras hago que veo el partido pero en realidad mi cabeza está en otra cosa. Aunque ni siquiera sé en qué.

Estuve como 14 años de mi vida rompiéndome el orto para llegar acá y ahora que estoy no juego por capricho de una persona. Es increíble.

–Acu... —Marie se sienta a mi lado.

–¿Qué?

–Desde el lunes jugas en reserva...

–¿Es joda? —la miro—, decime qué es joda.

–No... entrenas y jugas con la reserva.

No digo nada y miro el suelo negando con la cabeza. Esto es imposible.

Me levanto sin decir nada y voy caminando al vestuario, me saco los botines y me pongo las crocs para luego meter todo en el bolso y salir de ahí.

–¿Qué pasa? —Flor me mira.

–Toma, ahora es tuya —le doy la cinta de capitana—, suerte.

–¿Eh? —Azul me mira—. ¿Por qué?

–Me mandaron a reserva —miro a ambas.

Sigo caminando hasta el estacionamiento del club. Subo al auto y tiro todo en el asiento del copiloto para comenzar a manejar esas pocas cuadras.

Al llegar agarro todo y subo por el ascensor, entro al departamento y tiro todo en mi habitación para luego ir a bañarme.

–¿Qué te pasa? —mamá me mira.

–Me bajaron a reserva.

–¿Qué? ¿Por qué?

–¿Cómo me vas a preguntar el por qué? —la miro—. Ya sabemos el porque.

Le suena el teléfono y atiende, no se quien es y tampoco me interesa pero mamá date cuenta que no es el mejor momento para atender un teléfono mientras tu hija está con un problema existencial.

–Tengo que ir a buscar a tu hermana al jardín y llevarla a un cumpleaños, ya vuelvo —agarra las llaves del auto.

No respondo y la dejo que se vaya, total decile algo va ser al pedo porque vamos a terminar peleando.

Llega Pedro y no sé si soy yo o es él que está raro, como distinto. Lo único que me falta.

–¿Pasa algo? —lo miro.

–Primero te sacan la capitanía, después la titularidad y ahora te mandan a jugar con la reserva —me mira—. Y todo esto es mi culpa.

–No, no es tu culpa —lo miro negando.

–No podés dejar el hockey por mi, Acu —niega con la cabeza y suspira.

–No voy a dejar el hockey —niego con la cabeza—, en reserva o primera voy jugar igual.

–¿Vos no te das cuenta que no podés jugar en reserva?

–Voy a jugar a dónde me manden.

–Lo mejor para vos y tu carrera va ser que ya no estemos más juntos —baja la mirada.

–Es joda, ¿No? —alzo las cejas—. Después de todo lo que pasó...

–Me encantaría que sea joda y podamos ser felices juntos —me agarra las manos—. Pero es real, no puedo permitir que te vayas por mi culpa.

Niego con la cabeza sin mirarlo y él se acerca a mi.

–¿Pensas que a mí me gusta hacer esto? —me agarra ambas manos—. Lo único que quiero es estar con vos y lo sabes más que nadie... pero quiero verte hacer lo que amas y se que estando conmigo eso no va pasar.

–Dejame sola...

–Perdón...

Niego con los ojos llenos de lágrimas y lo miro. Vengan de a uno a tirarme una mierda más a mi vida, total ya está.

–Andate —señalo la puerta.

–Perdón, te amo —sale por la puerta.

–Yo también —digo aunque él no pueda escucharlo.

Tantas cosas malas me van a pasar a mí en esta vida de mierda dios porque mejor no me muero de una vez y listo, chau todo.

Voy a mi habitación y cierro la puerta, me acuesto y agarro el celular.

Toto💕

Gordaaa
20:48 pm

Querés venir a comer a casa?? Con Sofi estamos solos
20:48 pm

No me siento bien to
20:48 pm

Mañana comemos juntos si o si
20:48 pm

Si querés que vaya decime
20:49 pm

Te amoooo
20:49 pm

Te amo más
20:49 pm

Y para que yo no quiera salir de mi casa y rechace una invitación a comer (o sea, comer; lo que más amo en el mundo) tengo que estar mal con un humor de mierda.

Aunque no debería estar así, porque todo pasa por algo. Y si alguien se quiere ir de tu vida tenés que aceptarlo, porque es preferible que se vaya antes que esté por obligación en un lugar que no quiere y no debe estar. Nadie puede obligar a nadie a quedarse en la vida de uno, quién se quiera ir que lo haga.

Y que nadie se olvide de las personas que estuvieron en el peor momento de uno y tampoco de los que no estuvieron que van a volver cuando logres levantarte una vez más.

No sé ni qué sentir, pero me parece de cobarde irse y dejar a la persona que, supuestamente, ama en un momento así sabiendo que lo mejor que puede hacer es quedar.

Pero tendrá sus motivos, que se yo.

prohibida ↪ Pedro de la VegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora