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Es jueves y hoy por la noche tengo que ir a concentrar, pero ahora estoy sin hacer nada con Sofi.

–¿Mañana vas al partido o tenes que estar en el gimnasio?

–Lau me dijo que cada vez que haya partido cerramos —me mira—. Cada uno que va a ese gimnasio, por dios me enamoro cada dos segundos.

–Si la verdad, la última vez que fui me enamoré cinco veces.

–Uno más lindo que el otro...

–¿Quién es ésta mina que le comenta bebé a Pedro?

–Uh esa mina, tiene la vida de nenita consentida —me mira y comienzo a stalkearla—. Le decís hola y ya te muestra sus quinientas fotos con famosos y su vida... una pelotuda.

–Pendeja de mierda que le comenta, que se vaya a tomar la mamadera —salgo de su perfil y dejo el celular sobre la cama.

–Agustina —rie mirándome.

–Y si, en la puta vida le comentó y ahora sí... pero tómate un tranquizante.

–¿Viste que Tomás está re estúpido con una nueva minita? —me mira y asiento—. Te caes de orto cuando te diga quién es.

–¿Quién?

–Tu compañera de hockey, Malena o algo así.

La idiota que dijo que lo único que le importaba de los futbolistas es el bolsillo, yo la mato.

–Ah no, la cago a trompadas —la miro.

–Boluda... yo sé que amas a Tomás, que es tu mejor amigo y más pero tiene 20 años y tiene derecho hacer lo que quiera de su vida y estar con quién se le cante.

–No, vos no entendés —niego con la cabeza—. Por más que me duela ver a Toto con otra lo voy a tener que aceptar porque lo que más me importa es verlo feliz... pero esa piba no lo quiere, lo único que le interesa es donde él está y siempre lo dijo, me acuerdo muy bien cuando dijo que la vida de botinera no le interesa y lo único que quiere es la guita.

–Ah no, entonces la mato... con mi hermano esa idiota no.

–Hoy la veo, olvidate que siga estando con Tomás.

–¿Y la que le comento a Pedro qué onda?

–Que siga comentándole, duerme conmigo... con ella no así que —me encojo de hombros.

Sofi a la hora se va para el gimnasio y yo comienzo a buscar las cosas que tengo que llevar a concentrar, luego me baño. Al salir, me pongo el pantalón de Lanús y un buzo del mismo, lo debo usar cuando tengo que concentrar.

–Mira quién llegó —mamá me señala a Pedro sonriendo.

–¿Ustedes concentran conmigo? —Pedro asiente—. Ay no, ojalá me toque una habitación bien lejos.

–Ella piensa que el lugar donde concentran es solo de las pibas de hockey... no sé —habla mi mamá.

Voy a mi habitación y me pongo las zapatillas para luego meter todo en el bolso.

Guardo el cargador del celular y pongo el bolso con el palo de hockey y demás en la puerta de la habitación, épico sería que me olvidé de eso.

–¿Cuantos días te vas a Brasil? —habla Pedro.

–Diez...

–Te voy a extrañar —me mira con esa cara de bebé hermoso y le sonrío.

–Sos tan lindo —le agarro la cara y le doy muchos besos seguidos.

Luego de unos minutos, agarro mi bolso y me cuelgo el otro que tiene el palo y demás para ya ir al club.

Al llegar, con Pedro bajamos del auto y cada uno va por su lado. Al llegar a la cancha de hockey, saludo a todas y a Malena un poco, por no decir demasiado, fría.

Cuando ya está todo el equipo, comenzamos a caminar hacia el lugar donde concentramos.

–¿Qué onda con esta? —Azul señala con la cabeza a Malena.

–Se está comiendo a Toto —la miro.

–Me jodes.

–No —niego con la cabeza—, y sabemos muy bien que ni lo quiere... lo único que le interesa es la guita.

–Yo la mato —me mira.

Llegamos a la concentración y entramos, Malena saluda a Tomás y él al verme la corre, lo miro negando con la cabeza y riendo.

–Con vos tengo que hablar —miro a Malena y todos se quedan en silencio.

–Agustina... —Marie me mira mal—. Vamos subiendo.

Las chicas suben y Toto me agarra del brazo.

–¿Qué te pasa?

–¿Te dije algo?

–¿De que tenés que hablar con Malena?

–¿Vos no entendés que la pendeja está haciendo ésto por lo que tenés y no por quién sos? —lo miro.

–¿Y a vos que te jode?

–Me jode porque te está separando de todos tus amigos nene, ¿Que tenés en la cabeza para dejar a pibes que estuvieron con vos cuando no eras nadie y estar con una mina que antes no te daba ni la hora y de repente ahora te quiere por tu bolsillo?

–¿Qué tenés en la cabeza para cuernear a un pibe que te ama y que estuvo con vos siempre por uno que conoces hace un año?

–Te fuiste al carajo con eso —agarro mi bolso y comienzo a caminar—. Cuando esta minita te haga mierda acordate de nosotros y de lo que dejaste... ¿Dejar a tus amigos por una mina? Te vas a la mierda.

Subo las escaleras y comienzo a buscar mi habitación, entro y dejo todo en el suelo. Salgo de la habitación y Azul me sigue, ni que fuera que voy a matar a Malena.

–Lo único que te digo es que YA termines con éste jueguito con Tomás —digo al entrar a su habitación.

–¿Por qué tengo que dejar de estar con él?

–Porque él no te importa, lo único que querés de el es lo que tiene... porque para vos es un jueguito mientras que para él esto es de verdad —la miro—. Y Tomás llega a derramar una sola lágrima y te mato.

–¿Qué hablas vos de jugar con las personas si vos sos la principal mierda acá? —me mira riendo—. Hiciste mierda a tu ex novio y te fuiste con otro nena.

–¿Y que mierda te importa a vos? No sabes cómo fueron las cosas boluda, no hables.

–¿No sé cómo fueron las cosas? ¡Te cogías a Pedro mientras estabas con Gastón querida! Después me decís a mi que juego con tu amigo.

–No nombres a Pedro ni a Gastón porque no sabes una mierda de lo que pasó y como fueron las cosas —la señalo—. Lo único que te digo es que dejes ya a Tomás.

–¿O qué?

–No lo dejas vos y te deja él, porque tarde o temprano se va dar cuenta de todo... Besito y suerte con tu vida de botinera barata y encima gato que hoy está con uno y mañana se agarra a otro pelotudo que se crea el mismo cuento otra vez.

prohibida ↪ Pedro de la VegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora