NOVIEMBRE ASTILLADO

CAPÍTULO 37

BELTRÁN

Hay días en que uno se levanta con el pie equivocado y camina rengo durante varias horas. Eso fue justamente lo que me pasó hoy, en que luego de una serie de contratiempos tan menores como inoportunos, me corté un dedo abriendo una lata de atún al mediodía.

La chica simpática que atendía por la tarde en la farmacia me conocía.

-Perdón, pero hace un par de meses que no aplicamos más inyecciones -me explicó.

-No me digas, me quiero matar... perdí una hora en la guardia del hospital para que me hicieran la orden médica para la vacuna anti tetánica y ahora esto...

-Me imagino, pero lamentablemente no puedo hacer nada. Averigua en la otra farmacia, entiendo que ellos sí la aplican. 

-Ok, gracias.

Cuando me estaba yendo me di vuelta y le pregunté a la mujer:

-¿Tenes alguna vacuna contra las farmacias?

Me miró desconcertada. No sabía si le hablaba en joda o si no había entendido bien . 

- Nada, olvídate.

La otra farmacia quedaba a diez cuadras y veinte minutos.

-Hola, necesito darme la vacuna anti tetánica, acá está la orden médica...

El farmacéutico, un tío cuarentón tan cabrón como antipático, me interrumpió.

-Bien, pero le aclaro que no trabajamos con obras sociales.

-¿Cómo?

-Lo que le dije, no trabajamos con obras sociales ni con medicina pre paga.

-¿Y cuánto vale la vacunar? 

-Cinco mil pesos.

- ¿Cuánto? Están completamente locos -me salió lo más sincero y calmo posible.

- Es el precio que tiene la vacuna. Si quiere puede pagar con tarjeta de crédito en tres cuotas sin interés. Otra cosa no puedo ofrecerle –retrucó el empleado.

No daba más de la calentura.

-No, gracias, prefiero comprarla en la otra farmacia que tiene el descuento de la obra social y volver para que me la apliquen acá.

-Las aplicaciones son hasta las tres de la tarde, después se va el farmacéutico.

Y vos te vas a la puta madre que te parió, dije para mis adentros.

Estaba por decirle algo cuando un vecino mío, entró al lugar. Era un flaco  reservado que vivía solo, ideal para tenerlo cerca, especialmente por las noches.

-¿Hola Beltrán, como va?

Le conté mi odisea para que me inyectaran una simple vacuna.

-Te das cuenta, este país está hecho para que todas las cosas sean complicadas. Compras un sobre chico de mayonesa y dejas un diente para abrirlo, si uno quiere pagar un impuesto no anda el sistema, todo está armado para que sea difícil, engorroso, como si te hicieran un favor por los servicios de mierda que te dan. Para que me pinchen el culo tengo que pelear por una orden médica, después encontrar una farmacia que atienda por obra social y finalmente, que haya un farmacéutico disponible.

Cada día me convenzo más que Argentina sigue siendo un país ideal para viajar por el mundo.

-No te preocupes, a mí me pasa lo mismo -dijo con aire resignado- No puedo conseguir Bexaroteno sin pasar por mil quinientos trámites y autorizaciones.