— al principio no — dijo como si nada secando unos vasos que tenía cerca. — pero ahora claro que te reconozco.
Suspiré.
— Está bien — de seguro quería algo. Como todos los demás — Dime que quieres para no decirle a nadie que estuve aquí.
Levantó la vista y me miró incrédula —¿Crees que voy a decirle a todo el mundo que estuviste aquí para que tus fans vengan? ¿Qué tan engreida puedes ser?.
Me sorprendió su respuesta pero de todos modos la apremié. Todos siempre quieren algo. — Entonces...
— ¿entonces que? Yo no quiero nada. — la miré dudando si decía la verdad o no. Parecía ofendida — Lo siento super estrella pero no todos estamos muertos de amor por ti — contestó con sorna — Y ya vete que tengo que cerrar.
— está bien, supongamos que te creo ¿En serio no quieres nada? — negó irritada.
— ok — acepté — igual gracias.
Salí del lugar. Todo estaba oscuro afuera, decidí regresar. — Qué chica tan rara — murmuré para mi misma.
Cuando llegué me di con la sorpresa de que todo estaba cerrado. Todas y cada una de las puertas. ¿Cómo es posible que no se dieran cuenta que no estaba?
Mierda. Mierda. ¿Y ahora que hago? Esta bien. Debo llamar a Manuela, aunque me daría una reverenda regañiza era la única opción.
Abro la bolsa y sacó el teléfono. Trato de encenderlo pero no se puede, está muerto. ¿Que tan mala podía ser esta noche?
Tal vez podría llamar a Paula pero no recordaba su número. Ushh Daniela.
— ¿Y ahora que? — me pregunté, no puedo ir a un hotel. Eso sería demasiado. Tampoco podía llamar a nadie porque no me sabía el número de nadie y no tenía el pinche teléfono.
Soluciones Daniela, soluciones
Bueno. Lo único sensato sería... una gota cayó en mi frente. Oh no. Lluvia.
— ¿Es en serio? — Pregunté viendo al cielo.
Corrí viendo donde podía resguardarme pero no encontré nada. Me giré de nuevo y tragándome la vergüenza, decidí regresar a la cafetería pero las luces ya estaban apagadas y la chica estaba subiéndose a un auto aparcado en la puerta.
No. Ella era la única que podía ayudarme, no podía dejar que se fuera.
Corrí para alcanzarla. Y cuando llegué golpeé el vidrio de la ventana del conductor. Ella se alarmó. — ¿Qué haces aquí?
— Por lo pronto me estoy mojando — intente ser graciosa. Estaba muy nerviosa y vergonzada y ni si quiera sabía porque — Tu... ¿podrías ayudarme otra vez? ¿Por favor? —rogué.
— Oh Dios mío. Eres Daniela Calle — dijo alguien en el interior del auto.
No me había dado cuenta pero la chica de cabello azul no estaba sola, había una niña muy parecida a ella a su lado, con los ojos muy abiertos por la sorpresa.
— Vale, ahora no — la regañó y luego me miró sin expresión alguna. — ¿Por qué debería? No es mi problema.
— Por favor — rogué. — mira, te pagaré
Soltó una risa sarcástica — Tu crees que puedes comprar a todo el mundo ¿cierto?. Pues lo siento pero esta vez te equivocaste.
Prendió el vehículo y se dispuso a arrancar.
— Poché no...— pidió la niña a su lado — No la piensas dejar aquí ¿Cierto?
— Vale, no es asunto nuestro — respondió la peliazul.
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Bajo la luna 🌙 [Caché] || One Shots [TERMINADA]
FanfictionHistorias cortas, entretenidas y muy divertidas 😎🔥