Bajo la luna 🌙 [Caché] || One Shots [TERMINADA]

Pequeño Judas [Parte 1]

Bogotá — Colombia

Pov. Poché
9:14 p.m.

— ¡Ramón! ¡Ven acá! — oigo gritar a Calle mientras sostiene la correa de Ramón que corre como si no ubiera mañana hacia el parque — ¡gorda ayúdame!

— ¿y yo que hago? — pregunto divertida muriéndome de risa. ¿Cómo es posible que una cosa tan chiquita tuviera tanta fuerza?

— ¡No te rías y ayudame! ¡Dile algo!

Avanzo corriendo para alcanzarlos y tomo la correa haciendo fuerza para detener a nuestro hijo — cálmate Diablillo. Ya vamos a llegar, no hace falta que corras.

Daniela pone los ojos en blanco — como si este chino entendiera. Lo único que quiere es correr como una liebre.

— Calle...

— ¿que...?

— él si entiende — le digo y me pongo de cuclillas para estar a la altura de Ramón — ¿verdad que si, mi amor?... Si mami — lo hago hablar — ¿lo ves?

Calle se ríe

— ok pero esta vez lo llevas tu — dice entregándome la correa y me levanto para recibirla.

Empezamos a caminar más despacio y en cuanto llegamos al parque, soltamos a Ramón para que corriera un poco. Últimamente habíamos decidido sacarlo de noche porque habían menos perritos y él, podía ser libre sin asustarse y ladrar cada dos segundos.

¿El único problema? El frío de Bogotá. Tiemblo ligeramente por la brisa helada y me cubro con mis brazos mientras me siento en uno de los bancos del lugar.

— gorda, te dije que sacaras un saco — me regaña mi novia sentándose a mi lado con los brazos cruzados — te vas a enfermar y luego la que sufre soy yo

— perdón, amor, pero no pensé que estaba haciendo tanto frío — acepto con mi voz más tierna para evitar que me siga regañando y apoyo mi cabeza en su hombro.

La oigo suspirar — si te enfermas, ni pienses que te voy a hacer caldito.

Sonrío acurrucandome mas cerca. Siempre decía lo mismo y al final lo seguía haciendo para mí.

Envuelve su brazo por mi cintura en un intento de darme calor y lo agradezco. Su perfume me invade y como siempre, tengo la necesidad de quedarme ahí para toda la vida. Tomo su mano libre y juego con sus dedos distraídamente mientras vemos como Ramón salta y corre con unas hojas.

Nos quedamos así un largo rato, hablando sobre las cosas que debíamos hacer por la mañana, cosas cotidianas como pagar recibos y llevar a Ramón para que le dieran un baño y le hagan su revisión de cada mes, ir al supermercado porque ya nos estábamos quedando sin despensa y sacar una cita con el médico porque me estaban molestando mucho las amígdalas.

— oye... Amor... — me llama

— ¿mmm?

— no veo a Ramón

— ¿Qué? — me pongo alerta de inmediato y veo para todos lados.

No estaba. Al menos no cerca.

Me levanto — no puede haber ido lejos

— lo sé, hace un minuto estaba aquí.

— que raro, él nunca se aleja demasiado — comenta Calle también viendo en todas direcciones. —  mejor vamos a buscarlo.

Asiento

— tu ve por allá — le indico una de las esquinas del parque— yo voy por aquí.

Seria mas rápido encontrarlo si nos separabamos para buscarlo.