Mi Buen Amor [Parte 4]

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Pov. Poché.
4:23 a.m.

— ¿crees que sea muy tarde? — pregunta Calle con voz ronca mirando hacia la ventana.

— ¿ya tienes que irte? — pregunto despacio con algo de miedo y ella me mira con una sonrisa pero no responde.

Tal vez era hora de volver a la realidad, tal vez era el momento de despertar y aceptar que esto jamás pasó y sólo era otro loco sueño más, que ella terminara desapareciendo entre mis brazos en cualquier momento como siempre... 

— Sólo dejame tenerte cerca un poquito más — le ruego.

Daniela rodea mis hombros con fuerza, llenandome de calor y mi corazón se estruja, como volviendo a reunir las piezas que se rompieron cuando la vi con alguien más y creí que estaba mejor sin mi.

— Por mi, quedémonos así la vida entera — responde segura apoyando su cabeza en la mía y no puedo evitar sonreír como boba mientras hundo mi nariz en su cuello y una lagrima de alegría se me escapa por el rabillo del ojo.

Lleno mis pulmones con su aroma y la abrazo, como tantas veces había querido en este tiempo, nos quedamos en silencio, solo oyendo nuestras respiraciones pausadas y el sonido de nuestros corazones latiendo al mismo ritmo y compás.

La luz del alba empieza a llenar la habitación y sólo entonces nos damos cuenta que hemos pasado toda la noche despiertas, hablando, abrazandonos y dándonos los tantos besos que nos debíamos.

No sé ni cómo llegamos a mi hotel, entramos cómo en una burbuja llena de adrenalina, añoranza y deseo. Ni siquiera sentimos los escalones de la escalera de emergencia, cuando subimos corriendo porque el ascensor estaba tardando demasiado.

Reímos como dos locas dementes haciendo la travesura más extraña del mundo y nos olvidamos de todo a nuestro alrededor.

Invadimos el cuarto sin hacer mucho ruido, como si alguien pudiera escucharnos, aunque no había nadie más que nosotras dos en esa habitación.

No dijimos nada, solo nos dejamos llevar. Dejamos que nuestros cuerpos tomaran el control y solo nos limitamos a sentir.

Sus labios...sus manos...su cuerpo...

El primer paso lo di yo, la tomé de la mano y la lleve a la cama, la senté y poco a poco nos fuimos desvistiendo lentamente y sin prisa, con la única necesidad de tenernos cerca.

No podía dejar de verla...sus piernas...su espalda... ¡Dios! Estaba hermosa, igual o más que nunca.

Sus labios me llamaban y sus ojos estaban llenos de esa esencia tan poderosa de siempre que no sé como fui capaz de irme y sobrevivir tanto tiempo lejos de ella, de su amor, de su calor y su pasión.

Nos besamos como para durar toda la vida, entregandolo todo y dejándonos con nuestras intensiones totalmente expuestas. Yo la deseaba con cada célula de mi cuerpo, con la necesidad de un ciego por ver la luz del día. Como si hubiese estado muriendo frío y sólo ahora podría alcanzar el alivio.

La acosté dejandola caer de espalda y me acomodé encima suyo, en donde aún podía verla a la luz de la luna, porque no habíamos prendido nada y seguíamos a oscuras, riendo y sonriendo como si fuera la primera vez que estábamos en esta situación, pero nuestros cuerpos se conocían y se reconocían.

Un solo toque suyo me llevaba cada vez más alto y con un solo roce podía ver su piel erizarse.

Me gustó saber que aún causaba escalofríos en su espalda, al besar su cuello y que al bajar por su pecho ella todavía sintiera cosquillas y riera nerviosa con su respiración agitada tomando mi cabello con fuerza, mientas besaba su estómago y mis manos bajaban por sus piernas.

Bajo la luna 🌙 [Caché] || One Shots [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora