Bajo la luna 🌙 [Caché] || One Shots [TERMINADA]

Bella Durmiente [Parte 2]

Los Ángeles — California
5:32 a.m.

Pov. Calle.

No soy capaz de  distinguir si es un sueño o es la realidad. He soñado tantas veces con esto que y me parece todo tan fantástico e irreal.

La acorralo en mis brazos para evitar que se aleje,  he extrañado tanto sus besos que no me resisto a probar sus labios una y otra vez hasta cansarme. Si esto es un sueño, mataré al que me despierte.

— amor — me llama riendo y toma mi rostro entre sus manos, me jala de nuevo y me besa otra vez — mmmm...extrañe tanto esto...

La miro y hago un puchero. Definitivamente no quería despertar — ¿por qué me ves así? — pregunta confundida.

— ¿de verdad estas aquí? — le pregunto desconfiada acariciando su rostro con mis pulgares. Su piel es tan suave y se siente tan real que desconfío incluso de mis sentidos. No puede ser que la extrañe tanto, que mi mente genere una ilucion tan real.

— Estoy aquí, gorda. — me asegura, rodeandome el cuello con sus brazos y me aprieta, me abraza con tanta fuerza que no me cabe la menor duda. Mi amor esta aquí, conmigo.

Caigo sobre su pecho y me dejó invadir por su aroma, hundo mi cabeza en su cuello y me dejo llevar — te extrañe tanto tanto tanto tanto tanto tanto tanto tanto que no sé como sigo viva. — confiesa y empieza a repartir besos por mi cabeza.

Hago un puchero más grande y me quejo rodeandola por la cintura — si de todas maneras ibas a venir, ¿por qué me mentiste?

Le reclamo. Esa llamada me había causado mucho dolor, saber que tenía que esperar un largo mes más, me partió el corazón pero no se lo hice saber porque estaba consciente que era lo mejor para su carrera, pero ahora, al saber que me había mentido no puedo evitar sentirme un poquito traicionada.

— bebé, quería que fuera una sorpresa — se defiende.

— ¿sorpresa? — me separo de ella — mira las ojeras que tengo por tu culpa — le indico las bolsas de color oscuro bajo mis ojos — parezco un mapache. Estoy espantosa.

— amor, estas hermosa. Como siempre. — me asegura acariciando mi mejilla sin apartar sus ojos de los míos.

— lo dices para no hacerme sentir mal — me quejo y vuelvo a hundir mi rostro en su cuello como un koala — no me mires, estoy horrible.

— gorda, no. No seas dramática, mi amor — me pide pero yo no puedo evitarlo. Es muy temprano y mis 5 sentidos no estan funcionando al cien por ciento. Ahora mismo era una niña pequeña engreída con su persona favorita en el mundo.

— estaba tan triste — confieso aún contra su cuello mientras ella acaricia mi cabello suavemente. — tu eres muy mala. Eres una mentirosa.

— ¿estabas triste? — pregunta en mi mismo tono. Asiento — aww mi amor ¿pero ahora? ¿No estas feliz de verme? — asiento de nuevo y ella se ríe — menos mal, porque ya estaba pensando en coger el siguiente vuelo de regreso a Colombia.

Me separo de ella y me siento en la cama rápido, con los brazos cruzados y los ojos entrecerrados. — ¿eso es una amenaza?.

— no — se ríe y me abraza de nuevo tirandome a la cama otra vez con ella encima mio. — yo no me voy de aquí ni aunque me botes. — asegura mirándome a los ojos mientras se sienta en mi regazo y comienza a jugar con su nariz en la piel sensible de mi cuello.

Las cosquillas me invaden y mi instinto se enciende. Jadeo inconsciente y ella sonríe sabiendo perfectamente lo que está haciendo. Me da un beso ligero ahí y va subiendo a través de mi oreja susurrando — a partir de ahora voy a estar contigo toooodo el tiempo, día y noche, desde la mañana hasta la noche y también en la madrugada, así que más vale que te vayas acostumbrando.