Bajo la luna 🌙 [Caché] || One Shots [TERMINADA]

La casa del árbol [final]

(+18)

Antes de comenzar. Este capítulo es uno de los más atrevidos que he escrito hasta ahora, así que lean bajo su propio riesgo 😄

Pov. Calle.

Todo era maravilloso, al principio estaba aterrada por los sonidos de la naturaleza pero después, al sentir el corazón de mi amor tan cerca del mío me tranquilicé.

Hace bastante rato que nos habíamos metido a la cama por el frío, había comenzado a llover y la luz también se cortó. No podía negar que su idea de venir aquí no me gusto nada pero ahora sé que este lugar se convertirá en un bello recuerdo.

Ahora tenía al amor de mi vida acostada en mi pecho, la calma que ella me transmite no se puede comparar con nada en el mundo.

— nunca imaginé sentirme así — susurró Poché buscando mis ojos mientras sonreía.

— Yo tampoco — le aseguré — Tu eres lo más maravilloso que me ha podido pasar.

— ¿Sabes? Siempre quise saber que se sentía estar enamorada. Fui tan tonta.

— ¿Por qué? — le pregunté

— Porque siempre te tuve ahí. Justo frente a mi.

Me reí — Estás un poco cieguita. Vamos a comprarte unos lentes amor.

Se levantó apoyándose en los codos y se acercó más. Cerré los ojos esperando con anhelo el gesto que prometía con ese leve movimiento, pero no llegó.

Abrí los ojos después de unos segundos y la encontré mirándome a un par de centímetros.

— ¿Que pasa? — Pregunté suavemente tratándo de averiguar que estaba pensando.

— Nada, es sólo que tienes razón. — se encogió de hombros mientras se acomodaba poniendo su rostro en sus manos.

— ¿En qué? — sentía su mirada recorrer cada parte de mi rostro y me puse nerviosa. Ella siempre causaba ese efecto en mi.

— debí estar ciega para no verte antes — tan linda.

Yo terminé de acercarme y cerré el espacio entre nosotras, junté nuestras narices jugando un poco con ella pero no resistí mucho. Sus labios eran adictivos, tan suaves y dulces. Por fin éramos novias, ahora si podía decir con todo derecho que era mía.

Ella profundizó el beso con dulzura, sonriendo y algo nerviosa. Nuestros besos subían de intensidad mientras íbamos perdiendo el frío con el roce de nuestros cuerpos. Mi sangre se sentía caliente y mi corazón estaba al límite. Metí mis manos dentro de su camisa y comencé a deslizar mis dedos por su cintura, preguntando silenciosamente si podíamos seguir.

Mis manos estaban frías y ella se estremeció ante mi tacto pero no se apartó. Al contrario, pegó su pecho más cerca buscando mi calor.

Me incorporé siguiendo los movimientos de mi novia, ya no tenía ganas de seguir acostada. Por primera vez en mucho tiempo, estábamos completamente solas y aprovecharía cada segundo.

Lentamente, ella abandonó mis labios para recuperar el aire, me quejé pero no se separó de mi piel, recorrió mi cuello y mis hombros dejando un camino de besos intensos y apasionados. Ella lo queria tanto como yo.

Bajó sus manos por mi torso y acarició mis muslos con delicadeza, el deseo era palpable y sentí la urgente necesidad creciendo entre mis piernas.

El fuego y la electricidad entre nosotras estaban a punto de estallar. La atraje de nuevo a mis labios, buscando un beso menos delicado mientras ella tomaba mi camisa y la subía con rapidez para quitarmela.