Bajo la luna 🌙 [Caché] || One Shots [TERMINADA]

Pequeño Judas [Parte 5]

Pov. Poché
6:12 a.m.

No pude pegar el ojo en toda la noche. Estuve dando vueltas toda la madrugada hasta que ya no pude mas y me levanté de la cama resignada.

Mi estómago estaba revuelto y tenía un maldito dolor de cabeza que no me estaba dejando ni pensar. Hace rato que estaba en la cocina hirviendo agua para tomar mis pastillas y preparando la comida de Ramón que de paso también parece estar molesto conmigo.

— ¿Tú qué? ¿También me vas a regañar por no ser amable con tu vecina favorita? — le pregunto pero él solo me mira acusadoramente — apuesto que también crees que me estoy equivocando con ella ¿cierto?

Se va.

Suspiro audiblemente ¿qué está pasando? Hace mucho tiempo que Calle y yo no discutíamos así, mucho menos dormíamos enojadas, pero tenía un agujerito en mi pecho que me estaba taladrando y no podía dejar de estar molesta. Ahora ni mi perro me soporta. ¿Será que si estoy exagerando?

La tetera suena y la apago. Sirvo un poco de agua en una taza y le pongo un té de manzanilla para que me alivie el malestar y espero a que se enfríe un poco para tomarlo.

Daniela sigue dormida, después de nuestra pelea no insistió más y se metió a dormir en su lado dándome la espalda completamente. Estaba molesta conmigo.

No sé cómo sería hoy pero dentro de un rato me comenzaría a arreglar para ir a casa de mi papá y si ella quería venir conmigo bien, pero si no, tampoco insistiria.

Ella sabía perfectamente que esta comida era importante para mí porque era una fecha especial para mi familia y siempre nos reuníamos. Todavía no podía creer que lo hubiera olvidado y hubiese estado a punto de aceptar la invitación de esa chica.

Saco la comida de Ramón y la sirvo en su plato. Él viene corriendo al sentirlo pero en cuanto se la pongo al frente, la huele y se va. Pongo los ojos en blanco. Otra cosa más que agradecerle a Lucía.

Agarro mi taza y me voy a la sala. Enciendo la tele y me pongo a ver cualquier cosa que estén pasando para liberar un poco mi mente y tal vez así me calme un poco el dolor de cabeza.

No lo consigo. Paso una hora ojeando canales y nada me convence. Decido apagarla y meterme a bañar para ganar tiempo. Me voy al cuarto para elegir mi ropa para hoy.

Saco unos jeans rasgados negros y un saco plomo básico para arriba. Siento como Daniela se mueve en la cama pero no me giro para ver si ya despertó, como ella tampoco dice nada, asumo que sigue dormida y busco mi ropa interior en el cajón para ir directo al baño.

Normalmente pondría algo de música, pero hoy no tengo ganas de nada. Entro a la ducha y abro la llave dejando que el agua tibia recorra mi cuerpo con la esperanza de que se lleve todo mi mal genio.

Termino, me seco y me cambio adentro del baño. Me cepillo los dientes y aprovecho también para cepillarme el cabello.

Cuando salgo, Daniela no está más en la cama pero escucho cosas moviéndose en la cocina. Supongo que se está preparando el desayuno. No salgo. Me quedo en el cuarto, me siento en el tocador y comienzo a arreglarme para salir.

Siento una tensión muy grande en el pecho, como si un puño estuviera estrujando mi corazón, decido no darle mayor importancia y continúo con mi rutina, como si no me estuviera quedando sin aire en los pulmones.

Hago y fallo varias veces mi maquillaje. Nada parece convencerme hasta que finalmente me rindo y solo me delineo los ojos de negro y pongo un poco de sombras rosas sobre mis párpados. Nada demasiado elaborado.

Salgo del cuarto y voy a la sala, tomo la taza que usé hace un rato y la regreso a la cocina para  enjuagarla y  dejarla secar. Calle no ha dicho ni una sola palabra y yo tampoco.