Nuestros silencios - ANGESTIN

VVI: Un momento

Agustin

—Te felicito, sos una nerd —la despeiné con la mano

—Salí con tus manos mugrosas —me respondió Minerva tan simpática conmigo como siempre— aaah, no lo puedo creer, estoy muy feliz —se abrazó a otra amiga con la que habían aprobado— ahora me preocupa Ángela que no sale más de ahí adentro

—Para mi esa profesora la agarró de punto por no prestar atención en clase —dijo otra de las chicas y Mine asintió con expresión de preocupación

—Bueno, hasta que salga, ¿podemos hablar un segundito? —me dijo a mi y caminó hacia un costado como pidiendo que nos alejemos

—Si, ¿qué queres? —me revoleó los ojos y se quedo pensando— dale nena que no tengo todo el día

—Bue ¿qué otra cosa tenes para hacer acá a ver? —estaba por responderle para continuar la pelea, cuando escuchamos gritos por detrás nuestro

Giramos y vimos como todos los que ya se encontraban en el pasillo abrazaban a Ángela. Minerva corrió a su lado y yo la seguí.

—¿Aprobaste? —le gritó corriendo a todos los demás

—¡Si amiga! —le respondió, se abrazaron y dieron varios giros en el lugar, mientras los demás empezaron a dispersarse y seguir sus caminos

Cuando se separaron, Ange me miró y se quedó inmóvil, hasta que le abrí mis brazos y se acercó.

—Sabía que ibas a poder —le susurré en el oído mientras ella escondía su cabeza en mi cuello— extrañaba tu perfume —le dije y ahí se separó a mirarme un poco extraño— bueno, no estoy acostumbrado a estar tantas horas sin vos —le corrí un mechón de pelo de la cara y ella bajó la mirada con una sonrisa tímida

—Estoy muy feliz

—¿Si? ¡no se nota! —la agarré de los hombros y la sacudí logrando que se ría

—Mi felicidad va internamente, ¿y Minerva? —dijo mirando a su alrededor

—No sé, estaba ahí recién —respondí, aunque me había olvidado completamente de ella

Angela susurró algo que pareció un insulto pero no la llegue a escuchar bien.

—¿Qué? —le pregunté

—Nada —me sonrió

—¿Bueno vamos? —le ofrecí mi brazo para que se agarre y empezamos a caminar— sabes que ayer fui a tu casa y tu papá me dijo que no te distrajera —le conté mientras subíamos al auto

—¿En serio? —rió— que hijo de puta, estaba re intenso con que apruebe esto

—Fui porque Sol me dijo que vos habías venido antes de ayer —aproveché el semáforo para mirarla— y porque leí tus mensajes

—Si —fue todo lo que me respondió

—No te vi, y venías a hablar conmigo ¿no?

—Me di cuenta que era una pavada, pero igual quería hablar con Sol, pensé que ya había vuelto pero como no estaba, me fui

Sabía que lo que quería decirme era algo importante, pero prefería preguntárselo cuando estemos más tranquilos en casa. Y lo de hablar con Sol, quería creerle, pero a la vez recordaba que mi hermana me había contado que no le había respondido más los mensajes, por lo que mucha intención de charlar con ella no tenía.

—¿Segura? —otro semáforo me permitió mirarla con detenimiento

—Últimamente me preguntas mucho eso ¿no confias en mi? —tenía su mirada en el celular como si me evitara