Agustin
—Los dos nos mandamos cagadas Ange —le agarré la mano fuerte tratando de evitar que se vaya
—Ya sé —suspiró y me miró— por eso no hay un culpable, somos dos boludos y desde el principio supimos que la podíamos cagar —asentí porque tenía razón— por suerte no lo hicimos —pensó— del todo, o sea... me refiero a que tampoco nos terminamos odiando, creo que eso sería muy difícil —me miró con ternura un instante, y pude recordar la forma en la que lo hacía cuando las cosas estaban bien
—Entiendo a donde queres llegar, es mejor frenar ahora lo que habíamos empezado —ella asintió— antes de que termine peor —mientras decía cada palabra, iba intentando convencerme de que era lo mejor, aunque me encantaría decirle que eso era muy cobarde, yo también sentía que no me animaba a tirar más de la cuerda— pero necesito por lo menos tener lo que teníamos antes —la traje hacia mi y la abracé por la cintura
—Eso no nos va a ayudar nada —apoyó su cabeza en mi hombro— pero yo también lo necesito así que... —nos miramos, nos reímos, y en esa complicidad pude sentir un poco de esperanza, de que quizás... era posible volver a la "normalidad"
Flashback
Semanas atrás
—Me dijiste que te ibas a dormir y ahora resulta que estabas de joda Ángela, con no sé quienes —empezaba a levantar el tono de voz en el audio, así que decidí cortarlo y no hablar más
Así que tampoco podes reclamarme tanto a mí.
Le escribí al final, y automáticamente se marcaron los tildes azules.
—No podes comparar Agustin —su voz sonaba entre angustiada y enojada— simplemente salí y tomé bastante porque estaba muy triste —hizo una pausa— vos te chapaste a la estupida esa ¡y encima me entero por Minerva! —gritó y cortó el audio con un suspiro
Atendeme una llamada y dejame que te explique bien.
Le escribí lo más rápido que pude, necesitaba que deje de sacar conclusiones que no eran y entendiera como había sido la situación completa. Pero no me respondió más, e ignoró todas y cada una de mis llamadas. La podía ver en línea cada tanto, subía historias donde se mostraba feliz con la amiga de la infancia que se había encontrado allá. Y en un momento hasta llegué a pensar que no le importaba lo que había pasado. Me empecé a enojar, no solo por eso, sino, y principalmente, porque estaba actuando como una pendeja.
Una semana después logré hablar con ella a través del teléfono de su mamá.
—¿Qué queres? —me dijo de mala gana al escucharme
—Que hablemos cinco minutos —prácticamente le supliqué
—Bueno, empeza que ya está corriendo el reloj —de fondo escuchaba risas y bastante ruido— sh sh callense —parecía pedirle a quienes estaban con ella
—¿Estas con gente? —no pude evitar preguntarle lo que ya era muy evidente
—Si —se rió seguramente de algo que estaba pasando— pero decime, dale —su voz parecía más calmada, pero yo ya no tenía las mismas ganas de hablar
—Lo qué pasó fue que ella
—Si, te besó —me interrumpió— esa parte ya la conozco, pero no te la sacaste de encima en seguida y además me decís que vas a seguir siendo su amigo, okay, ¿qué me estaría faltando saber?
ESTÁS LEYENDO
Nuestros silencios - ANGESTIN
Fanfiction"Más que su voz. La manera en que pronunciaba mi nombre. Como si acariciara cada letra. Más que su sonrisa. Su manera de reírse sin completar la oración. Más que sus rasgos. Sus gestos. Y su manera de achinar los ojos. Más que sus palabras. S...