Ángela
Horas antes...
─No, no me contestó y acá me aparece que ya lo vió ─me dijo Minerva, después de que le pregunté por tercera vez
─Que hijo de puta, encima no me responde ─me crucé de brazos, miré a mi amiga esperando alguna especie de opinión, pero estaba completamente en otra, concentrada en su celular─ ¿qué es lo que lees tanto?
─Em ─pensó unos segundos─ ¿no querés que hagamos algo? digo... por lo que vemos se están yendo todos de joda, entre ellos Agustín y ésta chica, ¿y vos te pensas quedar tirada en la cama por un rasguño?
─Te conozco, estás preparando el terreno para convencerme de algo que ya te imaginas que no voy a querer ─revoleo los ojos y se río como si la hubiera descubierto─ contame, ¿qué querés hacer?
─Toto me está hablando para que vayamos a tomar algo, creo que es la noche más linda en lo que va del verano ─ambas miramos hacia mi balcón corroborándolo, no hacía mucho calor, corría una brisa tibia de esas que no llegan a despeinarte, y la luna estaba llena, iluminandolo todo─ y no hay chances de que te deje sola ─agregó─ así que estaba pensando...
─No ─la interrumpí─ no quieras que invite a alguien porque no, no tengo ganas
─Pero no te digo a cualquiera, ¿por qué no le decís a Franco? que vienen con super buena onda
─Menos, nos vimos ayer Mine, es un montón
─Ay por qué pensas tanto todo boluda, tampoco se van a casar por salir dos veces a comer, y a parte acá seríamos los cuatro, la noche está hermosa, todos salen ─volvió a remarcar eso─ él te gusta y es divino, quién pudiera
─Bueno basta ─le revolee un almohadón─ solo para no escucharte más porque sino me vas a taladrar la cabeza hasta mañana ─agarré mi celular dispuesta a escribirle a Franco
─Esa es mi hija ─me respondió sonriente y con aires de triunfo
─Ya está ─le dije dejando el celular a un costado─ pero te odio, porque no quiero andar con esta cicatriz horrible, encima está para short o pollera si o si ─hice puchero y apoyé mi cabeza en mis manos
─Pero ahora que te sacas esa gasa y te limpias vas a ver que lo que queda de cicatriz es minimo y te lo tapas con una curita, dale movete ─me agarró de un brazo y tuve que pararme si no quería que me tire de la cama
Ella entró a bañarse primero y después lo hice yo. Cuando salí la vi con su short de jean de la tarde y con un top mío que claramente había buscado en mi placard.
─Ah, pero qué lindo que te queda mi top ─ambas reímos cómplices, siempre vivíamos prestándonos ropa por estas salidas improvisadas
─¿Qué es eso que tenes en la pierna Ángela? ─me miró y se llevó una mano a la cabeza en expresión de desaprobación
─¿Qué? ─me reí y posé exageradamente─ ¿no te gusta mi curita? si querés que vaya con mi cicatriz, la voy a decorar a mi manera ¿ok?
─Veinte años cumpliste mi amor ─siguió negando con la cabeza y yo le saqué la lengua─ a parte te imagino comprando curitas de Minnie y no lo puedo creer
─Ahora vas a ver que me va a combinar con la ropa ─me miró mordiéndose los labios y luego se dispuso a terminar de arreglarse
Yo seguía envuelta en una toalla, así que me puse a buscar rápidamente lo que pensaba ponerme. Luego de dudar unos minutos, me decidí por un remerón largo que usaba de vestido, era un poco suelto arriba y más al cuerpo en la parte inferior. Negro y con letras rojas. Después de consultar con Mine agarré también una campera de jean, y en los pies volví a ponerme mis zapatillas negras, con lo que me costaba caminar por la rodilla, ante todo necesitaba comodidad.
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Nuestros silencios - ANGESTIN
Fiksi Penggemar"Más que su voz. La manera en que pronunciaba mi nombre. Como si acariciara cada letra. Más que su sonrisa. Su manera de reírse sin completar la oración. Más que sus rasgos. Sus gestos. Y su manera de achinar los ojos. Más que sus palabras. S...