XXXV: El plan

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Agustín

Un mes cumplíamos hoy, pero nos habíamos prometido no empezar a ponernos densos con las fechas, bah, fue una idea suya, era mejor dejar que fluya, así que ni lo mencionamos.
En este tiempo habíamos recibido solo buenas noticias, como cuando parece que los astros se alinean a tu favor y todo te sale bien. Ella se había quedado con el papel de Julieta, y había aceptado mejor de lo que me imaginé, que yo dejara el taller de teatro, porque me había dado cuenta que no iba a poder con todo, siendo mi último año de carrera.
Pero siempre que podía, la iba a ver ensayar un rato. Lo que si, seguimos cantando, y después de aquella primera presentación que hicimos por separado, las siguientes fueron todas juntos, nos habíamos consolidado como un dúo, y ganábamos la mayoría de las competencias.

—¡Agustin! ¡llamando a Agustín al planeta tierra! —gritó y me hizo salir de mis pensamientos

—Perdón ¿me estabas hablando? —la miré y ella entrecerraba los ojos

—Hace como media hora ¿que estabas pensando? —dejó de acomodar el placard y se sentó a mi lado en la cama

—Nada, tengo sueño —mentí, porque sino tenía que recordar el aniversario y ponerme cursi, ya me conocía— y vos también me dijiste que no dabas más y ahora te agarró por ordenar todo —la miré extrañado

—Si, no sé qué onda, muy bipolar ando —imitó mi expresión como si no se entendiera ni a sí misma— ah, te quería decir algo —se puso de frente a mi— esta noche salgo con las chicas, ¿viste que inauguraron ese bar-boliche nuevo? —asentí con la cabeza— bueno, vamos ahí —volví a asentir, ante lo cual ella se paró y volvió a lo que estaba haciendo

En algún momento me dormí, y cuando me desperté ya no estaba, se había ido y ni siquiera la había saludado.
Me sentí triste, porque ese día sentía que la necesitaba más que nunca. Me podrán decir cursi y reírse de mi como lo hacen siempre, pero para mi era un día especial, se me movilizaban muchos recuerdos, y quería compartir con ella la felicidad que me daba que al fin habíamos podido lograr estar juntos como queríamos.
Estaba pensando, mirando el techo, mientras trataba de juntar energía para levantarme, cuando me llega un mensaje de Jenny.

Haces algo hoy?
Ya se estrenó la peli q hace mil dijimos q íbamos a ir a verrrr

Preferí no abrir el chat, necesitaba salir de mi habitación pero a la vez no sabía si era la mejor idea que sea justo con ella hoy. Aunque en este tiempo Ange se convenció de que no tenía que desconfiar de mi relación con ella y no volvimos a tener conflictos, ir al cine la noche del sábado que cumplíamos un mes me parecía un montón.
Finalmente me levanté, y me dirigí a la ducha, puse música y entré, tomándome esos minutos para decidir qué hacer.
Cuando salí, tenía varios mensajes de Andy, que me invitaba a ir a comer.

Justo Jen me dijo de ir al cine :(

Le respondí, y dos minutos habrán pasado que ya me estaba llamando.

—¿Qué te pasa que estás tan insistente? —interrumpí su monólogo de razones por las que tenía que acompañarlo

—Cambiate que en un rato paso —me dijo y cortó

Lo dudé un poco, pero terminé aceptando, porque prefería eso a quedarme encerrado en modo melancólico, o los problemas que salir con Jenny me podían traer.
Le pregunté a mi amigo a donde íbamos y me dijo que en el momento lo decidíamos, pero que a las 20 estuviera listo.

Y desde cuando me pones horarios vos loco?

Le mandé, mientras revisaba la hora y veía que marcaba las 19:06, no faltaba nada.

Nuestros silencios - ANGESTINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora