VI: Cuentas claras conservan la ¿amistad?

1.5K 82 21
                                    




Ángela


─Hola, ¿como va? ─me dijo Jenny con su típica sonrisa falsa

Yo simplemente la ignoré y caminé hacia afuera.

─Seguís igual de maleducada ─la escuché susurrar y me di vuelta a fulminarla con la mirada

─Paren, no empiecen ─se quejó Agus y se puso en el medio─ vamos ─dijo y los tres salimos de ahí sin decir más nada, era lo mejor

Volví con Minerva, que ya estaba con el resto de las chicas que habían llegado. Las saludé una por una.

─¿Todo bien An? ─me preguntó Mine y asentí con la cabeza─ bueno dale, vamos a cambiarnos, bah, sacarnos la ropa, ¿tenes la bikini abajo no?

─Sí ─le respondí, y empezamos a desvestirnos, era ese momento en el que sabíamos que teníamos los ojos clavados de la mayoría de los chicos

─¡A ver, los que están preparando para tomar si traen algo para acá eh! ─gritó Milagros, una de las chicas de nuestro grupo, lo que hizo que los encargados de eso miraran hacia acá, entre ellos Agustín que cruzó mirada conmigo y se quedó unos segundos observándome, hasta que alguien a su lado le habló

─Acá tienen chicas ─nos dijo Tomás, el dueño de la casa, y nos dio un vaso enorme de fernet para compartir─ a ver quien es la primer valiente que se tira a la pileta...

─Si para, en un ratito, danos tiempo ─respondió Mine y todas reímos, sabíamos que faltaban pasos en nuestras rutinas al sol

Nos sentamos en las reposeras y comenzamos a sacar los protectores solares. Cada tanto pasaba por mi el fernet y le daba el sorbo más largo que podía. Sentía hoy me venía más bien de lo normal.

─Deja de mirarlo porque lo vas a ojear ─me dijo Minerva

─Dejame en paz, no me jodas ─le respondí con mi mejor tono de pocos amigos

─¿No pudieron hablar? ─negué con la cabeza─ no seas tarada, anda y obligalo a que te escuche, al pedo que la estés pasando mal, si seguro le pedis perdón y se le pasa al toque, tienen que hablar nomás

No tardó mucho en empezar a sonar la música y lo agradecí, necesitaba algo para distraer mi mente.
Capaz más tarde, pensé en respuesta a lo que me acababa de decir Mine.

Tomamos sol un rato, hasta que un grupo de los chicos nos vino a buscar para que nos levantemos. Así que ya con un poco de efecto del alcohol, y la música que sonaba con los mejores temas del momento, nos paramos a bailar. Algunos se tiraron al agua para sacarse un poco el calor y volvieron a salir, y otros se quedaron ahí. Como el grupo de Agus, que eran como siete.

De a poco me fui soltando y tratando de disfrutar de mis amigos y la gente buena onda que me rodeaba. No tuve que insistir mucho para que me pongan la lista de la Bresh, que era una fiesta que amaba a la que iba casi todos los fines de semana durante el año, y ahora la extrañaba porque estaba en la costa.
El que se estaba encargando de la música, aprovecho la interacción para agarrarme de la mano y que baile con él. Me caía bien, así que lo seguí. Empezó a sonar "La tortura" de Shakira. Las chicas empezamos a cantar a los gritos, y yo seguí bailandole a este chico.

Como si fuera el destino burlándose de la situación, crucé miradas con Agustín justo cuando la canción decía:

Yo sé que no he sido un santo
Pero lo puedo arreglar amor

No lograba descubrir si me miraba con bronca o con esa mirada de deseo que me ponía cada vez que nos íbamos a portar mal. O si era una mezcla de ambas.

Nuestros silencios - ANGESTINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora