Agustín
Volvió a hundir su cabeza en la almohada. Yo cerré la puerta despacio y me acosté a su lado.
—¿Qué pasa mi amor? —al escucharme asomó un poco la cara para mirarme
Negó con la cabeza como diciéndome "nada", parecía que la angustia no la dejaba hablar y yo me estaba muriendo por verla así y no saber qué le pasaba.
—Me asustas Ángela —levanté un poco la voz por los nervios de la situación— ¿que te pasa? —la agarré de la cintura y la fui obligando a sentarse
—Nada para que te preocupes, esta todo bien —dijo lentamente mientras se secaba las lágrimas con las manos
—¿Me estas cargando? —me enojé un poco— ¿me decís eso mientras lloras? nada me puede preocupar más que verte llorando —le sequé una lágrima que le caía, la abracé y ella a penas se apoyó en mi, como si no quisiera tocarme— ¿me queres contar? —la separé un poco quedando a unos centímetros de distancia y ella negó con la cabeza
No se me ocurría que podía ser, pero le iba a dar tiempo para que se calmara. Me acomodé mejor en la cama, y la abracé haciendo que se acueste sobre mi pecho. Su respiración comenzaba a normalizarse mientras yo le hacía caricias en el pelo. Al rato sentí su mano acomodarse también sobre mi pecho y aproveché para entrelazarla con la mía.
—Todo va a estar bien —le dije, aún sin entender que pasaba— sea lo que sea no estás sola, siempre estoy contigo —me miró por haber usado esa palabra y pude ver que sus ojos seguían húmedos— si, contigo —le sonreí y acomodó otra vez su cabeza en mi pecho— a nuestros hijos también se las voy a pegar y van a hablar así —me miró de nuevo como sorprendida— ¿qué? ¿te molesta?
—No, me parece linda esa palabra —me dijo con una vocecita tan tierna que ya no podía controlar mis ganas de comerla a besos
Con mi mano que la rodeaba por la espalda la traje más hacia mi, hasta rozar nuestras narices. Me sostuvo la mirada solo unos segundos y en seguida la apartó.
—¿Te puedo dar un besito? —le dije tiernamente y me miró con ganas de reírse— ¿qué? deja de burlarte de mi —fingí haberme enojado y ella se rió, creo que no me había dado cuenta cuando amaba su risa hasta ese momento— así te quiero ver —le dije agarrándola del mentón y apretando sus cachetes— bueno, ¿te puedo dar un besito o no? —negó con la cabeza— dale —insistí como un nene de 5 años y ella volvió a negar mientras apretaba sus labios evitando reírse— dale, te doy lo que quieras a cambio —miró para arriba y se hizo la que pensaba— sabes qué, no te pregunto más nada —le dije con un tono desafiante y me miró entrecerrando los ojos— me dijiste que sos mía así que puedo hacer lo que quiera con vos —con mi mano alrededor de su cuello la traje hacia mi y la besé, sintiendo su risa entre mis labios
Al rato nos separamos un poco, y nos quedamos mirando con nuestras frentes juntas, no sé cuántos minutos habrán pasado pero era algo que sentía que podía hacer toda mi vida, sin sentirme incómodo. Sus ojitos me llenaban de paz y no podía encontrar mas amor en otro lado.
—¿Me decís qué pasa? —le pregunté cuando ya no aguantaba más la incertidumbre
—¿Te puedo preguntar algo yo primero? —quise responderle que no era justo, porque yo había preguntado primero, pero suspiré, sabiendo que de otra manera me iba a costar más enterarme y asentí— ni siquiera sé cómo hacer la pregunta —dijo como pensando en voz alta y se llevó una mano a la cara
—Como te salga, ¿qué queres saber? —ya me empezaba a intrigar qué podía ser eso que no se animaba a preguntarme
Algo iba a decir pero la puerta se abrió y nos interrumpió.
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Nuestros silencios - ANGESTIN
Fanfiction"Más que su voz. La manera en que pronunciaba mi nombre. Como si acariciara cada letra. Más que su sonrisa. Su manera de reírse sin completar la oración. Más que sus rasgos. Sus gestos. Y su manera de achinar los ojos. Más que sus palabras. S...