Nuestros silencios - ANGESTIN

XXXVI: Otra despedida

Agustín

—Me sorprendiste un montón ayer —le dije mientras la miraba comer

—Bue ¿tanto? ¿qué me crees una insensible? —me señaló con el tenedor, con expresión de indignada

—No —pensé mirando hacia otro lado— pero como me habías dicho eso de... no sé, no pensar tanto en las fechas

—Era parte de la estrategia mi amor —sonrió con suficiencia

—Te odio un poco igual —largué mientras revolvía la comida de mi plato

—¿Por? —levanté un poco la cabeza y la vi mirarme con extrañeza

—Nada nada —seguí comiendo, tratando de disimular

—No, ahora me decís ¿qué pasa? —me agarró del mentón para que la mire

—Que me había puesto mal pensando que no te importaba, y a mi si, quería pasar el día con vos y de repente me dijiste que te ibas —habré puesto mi mejor cara de perro mojado, porque ella me miraba con mucha ternura 

—Ayyyyy mi bebé —se levantó y dio toda la vuelta para llegar hasta mi y sentarse en mis piernas— ¿en serio? —asentí haciendo puchero— perdón —empezó a dejar besos por toda mi cara y yo lo disfrutaba cerrando los ojos— no me imaginé, o sea pensé en que sea una sorpresa y no tuve en cuenta nada más —sonaba como arrepentida— perdón, siempre hago todo mal

—No, que decís tonta —la abracé más fuerte— fue hermoso todo y va a estar en las cosas más lindas que me pasaron en la vida, para siempre —deje un beso en sus labios y volví a mirarla— no digo la más linda, porque la más linda sos vos, y porque además nos quedan muchas más por vivir

—Ay, te amo con todo mi corazón, no podes ser más lindo —me apretó los cachetes con ambas manos y me dio un beso

—¿Ustedes no se pueden separar un poco ni para comer? —dijo Gloria bajando por las escaleras

—No —le respondió Ángela y me abrazó más fuerte, luego se estiró para alcanzar su plato y traerlo al lado del mío

—Bueno, para aportar a la causa les quería decir que, la semana que viene, el finde largo de Semana Santa, nos vamos de viaje —la miro a Ángela como diciéndole que ella era parte del plan

—Ay mamá, no empieces con los viajes otra vez —se quejó en seguida

—Pero para, no me dejas terminar de hablar —suspiró— la idea es que vengan los dos con nosotros —Angela me miró con una sonrisa, como buscando mi aprobación, pero yo no podía devolverle lo mismo— bueno, charlen y después me dicen —terminó de servirse agua y giró hacia nosotros— buenas noches —nos saludó y se fue

—¿Qué pasa? —me preguntó ni bien su mamá se había ido

—Que, ese finde ya estábamos hablando con los chicos de quedarnos a preparar la primera entrega de nuestro proyecto final —pensé— es más, íbamos a instalarlos en la casa de Andy, porque es grupal

—La puta madre, no puede ser que siempre tengamos algún problema —apoyó su cabeza en su mano, disgustada— para ¿COMO? —se volvió a enderezar de repente— a "instalar", "grupo", ¿quienes?

—Ángela... —la miré como si la estuviera por retar— ¿no era que ya habíamos superado los celos?

—Me respondes, antes de que cuente cinco o se pudre —levantó una mano y empezó a contar con los dedos— uno, d

—Si preguntas por Yenny si —interrumpí su conteo— es parte del grupo obvio, pero

—Bueno, ya está ya está, no importa —agarro su plato y se paró para volver a su lugar— en serio te digo —me miró fijo una vez sentada— esta bueno que aprendamos a estar un poco separados