1.

17.5K 1.3K 176
                                    

Emilio

Llevaba varias semanas notando a Joaquin un tanto extraño. 

Su mirada estaba perdida, las sonrisas y los gritos entusiastas que lo caracterizaban, los había cambiado por ojeras y momentos de silencio profundo. Ya me había acercado a él en repetidas ocasiones para intetar ayudarlo y ofrecerle mi compañia, si este la necesitaba. 

Yo lo quería mucho más de lo que me gustaba admitir y no me gustaba para nada verlo tan decaido.





Estábamos en un bar con Nikolas y Elaine, pues al igual que yo, ellos también habían notado que algo raro estaba pasando con Joaquin. Sin darme cuenta me quedo observando atentamente sus movimientos, él luce tan distraído, como si el mundo que tenemos a nuestro alrededor no existiera. De repente siento como sus grandes ojos cafés me contestan la mirada. Veo como hace un gesto para hablar pero vuelve a cerrar la boca, como si se hubiera arrepentido de lo que me iba a decir. Y vuelvo a preguntarle lo que llevo semanas haciéndo.

-¿Joaco estas bien?

Y como era de esperarse obtenía la misma respuesta de siempre.

-Sí, estoy bien. No me pasa nada.

Me dolía tanto verlo así. Algo le pasaba. Sus ojos vidriosos por las lagrimas que estaban conteniendo comprobaban que Joaquin no era el mismo de hace unos meses, algo le estaba sucediendo. Yo lo conocía mejor que nadie y me hacia sentir muy impotente no poder hacer mas por él.

No podía evitar mirar cada uno de sus movimientos por el rabillo del ojo. Su nerviosismo era evidente, como si se sintiera amenazado, no dejaba de mover sus manos y volteaba hacia los lados de manera constante. Yo intentaba mirar hacia donde él volteaba para hacerme una idea de lo que quería encontrar, pero lo único que estaba logrando era marearme. 

-Oye bonito, ¿seguro qué estas bien?

-Si, Emilio, ¿por qué lo preguntas?

-Estas muy pálido, creo que estas sudando, ¿Te sientes enfermo?

-Que no Emilio, estoy perfectamente  bien, vamos a tomarnos otra ronda, yo invito.- Esa risa y alegría exagerada que sacaba cuando mis preguntas se tornaban seria por la preocupación que me hacia sentir, me descolocaban. Al principio logro que me creyera que no le pasaba nada, después de todo Joaquin Bondoni es una persona cuatripolar, pero ya va mas del mes que sigue con la misma actitud.

Pasaba todo el tiempo conmigo en mi departamento y para ser sincero no era algo que me molestara, después de todo nos queríamos, no habíamos llegado todavía a saber exactamente de que manera, pero eramos conscientes que algo pasaba entre los dos. 

Las tardes de risas y bromas, habían cesado, su compañía la sentía pausada, ausente. El estaba conmigo, pues no quería estar solo. Notaba su necesidad por que alguien lo acompañara, y quien mejor que yo para cumplir ese papel. Me encantaba cuidarlo.

Vivía entre mis paredes, pero lo sentía a kilómetros de mí.

Quería ayudarlo, pero me desesperaba no saber a lo que me estaba enfrentando. 













____________________________________

Espero les guste.

Déjenme sus teorías si gustan.

Les amo.

Sin Luz - EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora