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Joaquin

Mire la cuchilla que ahora se encontraba en mi mano derecha.

Hice un corte profundo en mis venas, sin pensármelo demasiado, sintiendo el ardor implacable que arraso con electricidad mi brazo entero.

No podía ver otra cosa que no fuera sangre frente a mis ojos.

Caí de rodillas al suelo como si las pocas fuerza que me quedaban estuvieran abandonando mi cuerpo con cada gota de sangre que salia del mismo. Me recosté con la mayor delicadeza posible intentando tomar una posición cómoda para morir.

Lucia esta parada frente a mí con una sonrisa en los labios. Ha conseguido su objetivo, estoy muriendo, estoy tomando su lugar.

Una vida por otra vida. Yo moriré pero Emilio volverá.

En eso. Un golpe de realidad me trae de vuelta al aquí y al ahora. Las gotas de sangre siguen saliendo de mi cuerpo e irremediablemente no pararan de salir. 

Escucho a lo lejos como la puerta de la casa se abre de par en par, el sonido de las llaves golpeando sobre la mesa llaman mi atención. Los ojos se me cierran por la debilidad que estoy sintiendo pero me aferro esperanzado a ver quien entra por la puerta.

Levanto un poco mi rostro en un intento por comprobar que todo a valido la pena. Que Lucia cumplió su trato y que Emilio esta de vuelta. Que lo hizo volver de la muerte. Que estará aquí, aunque no sea conmigo.

Mis parpados empiezan a pesar demasiado, estoy luchando por mantenerlos abiertos pero me cuenta mucho más con cada segundo que pasa. 

Escucho unos pasos acercándose. El momento de la verdad ha llegado. Lo que tanto estoy deseoso por saber antes de morir estoy a punto de descubrirlo.

Veo el rostro de mi niño precioso entrar a la habitación. Es él. Su cara se deforma al verme tirado en el suelo cubierto de sangre. Y no es para menos, creo que es una imagen bastante perturbadora.

Noto como de sus manos se resbalan las bolsa de super que traía en ellas. Y corre desesperado hacia donde yo estoy. 

-¿Que paso? ¡No, no, no!- Empieza a lamentarse, empieza a llorar. Mi sangre empieza a cubrir sus manos, su ropa. 

Yo no puedo contestarle. Ya no tengo fuerzas para hacerlo.

-¿Emilio que paso? ¿Qué hiciste?

¿Emilio? 

Porque me llama por su nombre. 

Yo no soy Emilio, yo soy Joaquin.

Mis ojos comienzan a cerrarse. La angustia de su rostro me desconcierta, pero que me este llamando por su nombre lo hace aun más.

Escucho como pide una ambulancia de manera desesperada pensando que podrá salvarme. Pero no sera así. El trato ya esta hecho. Si él volvía yo me tenia que ir.

-¿Sí? Necesito una ambulancia por favor. ¡Es urgente!- Escucho que le grita al celular con desesperación. Siento como su mano aprieta mi muñeca, en un intento por frenar los chorros de sangre que salen de ella. Comienza a dar su dirección... Me parece tierno que él crea que va a poder salvarme. -Mi nombre es Joaquin Bondoni.

¿Qué?

Estoy alucinando. Seguramente lo estoy haciendo. Primero me llama por su nombre y ahora usa el mio para identificarse. 

No entiendo nada. Y no me esfuerzo demasiado en hacerlo. Mis ojos se cierran definitivamente. Aunque aun logro escuchar lo que pasa a mi alrededor.

Sin Luz - EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora