Sin Luz - Emiliaco

8.

Emilio.

No entendía porque mis pies se movían tan rápido, es como si hubieran cobrado vida propia y estuvieran dispuestos a andar a una velocidad exagerada. 

Estaba corriendo pues era más que obvio que ya quería llegar a la casa de Joaco, quería comprobar que él estaba bien.

Una energía negativa me estaba nublando el pensamiento desde que salí decidido de mi casa, por alguna extraña razón todos mis sentidos estaban enfocados en llegar hasta su puerta, como si las cosas no estuvieran bien, como si él necesitara que llegara con urgencia. Las finas gotas de lluvia estaban formando pequeños charcos los cuales yo pisaba sin siquiera tomarlos en cuenta, yo quería llegar a mi destino y no tenia tiempo para preocuparme por mi calzado en ese momento. 

No estaba seguro de nada, tal vez estaba siendo paranoico y Joaquin estaba en perfecto estado, muy dentro de mi le estaba rogando al cielo que esta opresión en el pecho fuera solo una exageración mía y que mi bonito no estuviera en peligro.

Las pocas personas que circulaban hacia sus destinos empezaron a correr al darse cuenta que las finas gotas que estaban cayendo hace unos momentos se había transformado en un verdadero chubasco. Eso me alivio un poco ya que ahora no era el único que estaba corriendo por la acera como todo un demente. 

Los truenos en el cielo me dieron la bienvenida, llegue por fin a la fachada del edificio de Joaquin. Entre aparentando tranquilidad y saludando al de recepción rápidamente.

Sentía como la ansiedad se me salia por los poros, el viaje en el elevador me parecía exageradamente lento, estaba totalmente arrepentido por no haberme decido por utilizar la escalera.

Necesitaba verlo, lo necesitaba con urgencia. Tenia el nombre de Joaquin atorado en mi garganta, dispuesto a salir a la menor provocación.

Finalmente llegue hasta su piso, empece a correr por el pasillo sin poder evitar estampar todo mi cuerpo contra su puerta, empece a insistir con mi puño dando golpes seguidos y desesperados. 

-Joaco.- Sentía que el corazón se me quería salir del pecho. - Bonito ábreme la puerta por favor. 

El me había dejado una llave de su departamento por cualquier emergencia hace unos meses, pero con el desorden de la mudanza y las cajas no sabia en donde había dejado la llave, así que solo me quedaba seguir esperando a que me abriera la puerta. 

-Joaquin. - Estaba completamente asustado. Empece a girar el pomo de la puerta en un intento desesperado por abrirla a la fuerza. Pero justo en ese momento escuche un crujido suave del otro lado. 

Me eche para atrás de manera lenta viendo de reojo como algunos vecinos habían asomado sus cabezas preocupados y molestos por mis gritos, pero en ese momento no le preste atención. Observe temblando como el pomo de la puerta giraba de manera lenta y luego como se entre abría dejando ver una cabeza con pequeños rizos exageradamente alborotados desde el otro lado. 

¿Emilio?.- Tenia el ceño fruncido, como si él como los vecinos estuviera demasiado sorprendido por mi comportamiento. Parecía haberlo despertado porque sus ojos estaban pequeños y lagrimosos.

-¿Estas bien?.- No podía dejar de verlo de arriba abajo.

-Estas empapad...- Antes de siquiera dejarlo terminar la oración me lance hacia él, quería abrazarlo, necesitaba sentir que lo tenia junto a mí, que se encontraba bien. -Estas temblando Emilio.

-¿Esta todo bien? - Escuche que alguien interrumpía a nuestras espaldas. Pero no me gire hundí mi cabeza en el cuello de Joaco sintiéndome avergonzado y tranquilo por tenerlo entre mis brazos.  

-Si no se preocupe.- Me jalo hacia el interior del departamento no sin antes disculparse una vez más por mi comportamiento. 

Y escuche la puerta cerrarse detrás de nosotros. 

No abrí los los ojos por un buen tiempo, solo me quede inmóvil abrazando a mi Joaquin casi con desesperación. El corazón aun me latía desenfrenado como si me advirtiera que aun existía cierto peligro, pero no me importaba porque lo tenia conmigo y eso era más que suficiente. 

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Me encanta leer sus teorías sobre lo que le pasa a Joaquin. Gracias por todos los mensajes y el amor que le están dando a esta nueva historia adaptada para ustedes. 

Los quiero mucho.

Anahi.