Emilio
A la mañana siguiente el tiempo se me paso volando. Todo comenzó a acontecer velozmente a mí alrededor, tanto así que cerca de medio día ya me encontraba abordo del autobús que me llevaría al centro de la ciudad. Tenía mi cabeza demasiado ocupada como para ponerme a pensar en otra cosa que no fuera saber que era lo que le habia sucedido a Joaquin.
Al llegar a mi destino, tuve que tomar un taxi que me llevara a mi departamento, a pesar de que este no estaba muy alejado de la estacion de autobuses. Afuera llovia mucho y la verdad es que no tenia animos de cargar mi maleta a pie. El clima nublado habia hecho hacerme sentir decaido, algo solitario. Incluso senti deseos de darle directamente la direccion de Joaquin al taxista, pero al final termine por desistir, pensando que al menos tenia que ir a ver a los cuyos, darles comida y dejar mis cosas en casa. Luego ya tendria tiempo de ir con Joaco.
Mi departamento lucia empolvado y tenia un aroma a encierro bastante pesado que me hizo arrugar el ceño con disgusto en cuanto entre. Cerré la puerta dejando mi maleta junto al sillón en el suelo.
Luego de una hora en el lugar, me sentía con el estomago lleno y satisfecho después de haberme echo unos macarrones con queso que, para haber sido preparados de manera improvisada, estaban bastante buenos. Hacia ya unos minutos que estaba intentando llamar a Joaco, tenia la esperanza de que me respondiera. Pero si no lo hacia estaba decidido a ir a buscarlo a su departamento aunque el clima fuera una mierda.
Me sorprendí al notar que la llamada que estaba haciendo en ese momento se cortaba antes de tiempo, por lo que rápidamente aleje mi celular con desconcierto, todas las otras veces sonaba unos cuantos tonos y luego se dirigía al buzón.
-¿Me rechazo la llamada?- Murmure luego de escuchar un tono de voz rebotica diciendo que el numero al que había marcado estaba ocupado. Aquello solo significaba que él estaba consciente de mis llamadas entrantes, y también significaba que él no deseaba hablar conmigo.
Me puse de pie decidido en ir a buscarlo. Ya habían sido suficientes suposiciones, era hora de aclarar todo de una buena vez, él mismo me lo aclararía.
"Estoy en cdmx, ahora mismo voy a tu apartamento. Hablemos". Tecleé aquello en un rápido mensaje que le envié a su numero. Tome mi abrigo y me encamine a la puerta para dirigirme en su búsqueda.
Justo en ese instante mi celular resonó brevemente dentro del bolsillo de mi abrigo. Reconocí el sonido, sabiendo que me había llegado un mensaje.
Abrí mucho los ojos cuando me di cuenta que la notificación era de parte de Joaquin, realmente no me esperaba una respuesta. Abrí el mensaje, impaciente...
"No vayas a mi departamento". Decía en la pantalla. Solo eso. Suspire, internamente emocionado por haber recibido un mensaje de su parte. Aunque no era precisamente lo que quería leer.
"No me importa que no quieras verme, iré de todos modos". Respondí, y a los pocos segundo volví a sorprenderme al recibir de nuevo una respuesta inmediata.
"No estoy allí". Decía esta vez, respire con pesadez, recargando mi cabeza en la puerta.
"No me mientas".
"Es enserio, estoy en Amsterdam". Abrí mucho los ojos al leer aquel mensaje.
"¿Te fuiste a Holanda? ¿Por qué no me dijiste nada?".
"Porque quise alejarme, ya déjame en paz, Emilio. Todos están aquí conmigo. Creen que mejorare manteniendome aislado, y yo también lo prefiero".
"Ya habíamos intentado eso, Joaquin. Por favor déjame ir contigo".
"No te necesito".
Pestañeé consternado, alejando inconscientemente mi rostro del celular, ¿no me necesitaba? ¿En serio había escrito eso? Fruncí el ceño, negando con la cabeza, sin poder creérmelo. Era la mentira más grande que alguna vez Joaco me había dicho. Una completa estupidez. Él si me necesitaba, me había hecho prometerle muchas veces que no me alejaría de su lado, ¿y ahora me viene con esto?
"Okay, si no quieres verme ahora lo entiendo, pero deja de mentir". Respondí cortante, pero no contaba con que él podía serlo más que yo.
"Adiós, Emilio".
Bufe frustrado, guardándome el celular en el bolsillo con enojo. En serio ya no reconocía a Joaquin, no lo entendía. Necesitaba ver sus ojos para por lo menos poder interpretar sus emociones internas.
Esa tarde termine yendo a su departamento de todos modos, sospechando que tal vez me estaba mintiendo infantilmente para que yo no lo buscara, pero para mi desgracia, Joaquin si decía la verdad en cuanto a su estadía. No estaba allí.
"Al menos dime que estas bien". Le envié un nuevo mensaje, al volver cansado a mi departamento. Odiaba no verle de frente, odiaba no poder acompañarlo. Su familia no sabia de "su problema", no como yo... Por lo que allá prácticamente seguía estando solo.
La respuesta no llego al instante como las veces anteriores, incluso tardo cuatro largos días que fueron insufribles para mí. Seguramente su celular estaba lleno de cientos y cientos de llamadas mías, pero de verdad estaba demasiado preocupado para dejar de pensar en él. Ademas los cuatro días acontecidos cumplían con la dichosa semana de vida que le quedaba.
Aquella mañana estaba a punto de llamar a su madre, estaba dispuesto a usar cualquier medio para comunicarme con él, pero justo en el momento en el que iba a marcar el numero, un nuevo mensaje ilumino mi pantalla. Un mensaje de él que me paralizo por algunos segundos.
Lo abrí con manos temblorosas, luego de tragar saliva con dificultad.
"Estoy bien... Supongo que ella solo quiso asustarme con todo esto. Es lo que siempre hace. Pero hace mucho no la veo, en serio Emilio. Tal vez ya se canso de mí y yo estoy cansado de ella. Muy cansado. Quiero quedarme aquí en Amsterdam un tiempo, tú sabes que hay mucha paz en este lugar, y ahora la necesito. No te preocupes por mí, tal vez cuando vuelva podamos vernos de nuevo. Pero por ahora tú has tus cosas y yo haré las mías sin depender de nadie. Ya te quite demasiado tiempo en el pasado, perdona".
Luego de leer el mensaje con suma atención me sentí bloqueado. Como si la cantidad de sentimientos encontrados que se posaron de repente en mí, no me dejaran reaccionar.
¿Joaquin acababa de terminar lo nuestro?... Un "nuestro", que en verdad nunca había llegado a tener nombre en sí, a excepción de la ultima noche que nos vimos donde le pedí ser mi novio y él acepto.
Releí el mensaje varias veces hasta que por fin pude entenderlo. Él me decía que estaba feliz y tranquilo y aunque yo me sentía frustrado por estar lejos, estaba dispuesto a respetar su decisión, aunque no me gustara.
"Cuídate, estaré esperándote". Conteste después de un rato, y en verdad iba a hacerlo. Yo iba a estar aquí en el mismo lugar hasta que él regresara a mí lado, porque quería estar junto a él. Porque lo amaba
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Hola lectores.
Capitulo doble.
Teorías aquí.
Nos leemos en un ratito.
Anahí.
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Sin Luz - Emiliaco
Mystery / ThrillerAmar te marca. Te hace dejar a un lado tu egoismo y entregar tu corazón a otra persona. Exponerte a tal grado de darle el poder de curarte y dañarte sin contemplaciones. Amar es sacrificio, es creer en lo que nadie cree. Es querer proteger a la otra...