Sin Luz - Emiliaco

62.

Maratón 1/3

Emilio

Sentí ganas de vomitar.

Pablo se quedo callado por mucho tiempo esta vez, y me dio la sensación de que se había alejado un poco el celular para que yo no escuchara su lamento silencioso.

Yo solo me quede inmóvil, mirando fijamente a un punto bajo mis pies.

-No...- Negué aletargado luego de un rato. -No es... No... No es él.- Logré decir a media voz. Escuche un quebrado suspiro exhausto de parte del tío de Joaquin a través del teléfono. -No es el, Pablo.

-Nos han dicho que nuestra descripción... Coincide con la de... Con la del cadáver...- Murmuro. -Pero aun así necesitan más datos. Necesitan que le demos más información. Es posible que tengan que someter al cuerpo a un estudio forense, algo así nos explico Humberto.

-¿Por qué?

-El cuerpo esta muy... Mal. En mal estado. Tiene mucho tiempo ya en descomposición. Y esta... Bastante maltratado.

-¿Mal... Maltratado...?- Articule con dificultad.

-Sí.

-¿En dónde encontraron el cuerpo?

-Emilio...- Parecía que Pablo ya no quería responder mis preguntas, y aquello comenzó a enfurecerme.

-Dime, Pablo.- Pedí nuevamente, intentando mantenerme sereno.

-En Almanaco, un pueblo, muy... Muy cerca de Valle de Bravo.

Negué con la cabeza, reacio a creer aquello.

-Debe ser una coincidencia.- Hable antes de siquiera pensar la frase. -El cuerpo que encontraron solo es similar. Ese no es Joaquin. No puede serlo.

-Su madre dijo lo mismo ¿sabes?- Escuche una lenta risa apagada de su parte, la cual me hizo apretar mis puños. -Elizabeth no quiere ni pensarlo.

-Hablare con Humberto. Necesito saber más sobre el cuerpo. Verlo si es posible.- Informe, ignorando por completo su anterior comentario.

-No te lo permitirán, Emilio. Lo están estudiando.- Explico con cansancio en su voz. -Aun no tienen los resultados de las pruebas, cuando acaben de identificar el cuerpo...

-No me importa lo que estén haciendo.- Interrumpí enojado. -Solo necesito ver el chingado cuerpo, no debe de ser tan difícil...

-Calma, Emilio...

-Estoy muy calmado...- Gruñí, pero luego me tome un momento para respirar hondamente. -Solo... Solo pasame el numero de Humberto, por favor Pablo, quiero hablar con él.

-No se si sea buena idea...

-Por favor.- Suplique, llevándome los dedos de mi mano derecha al punto de mi nariz, hice un poco de presión allí, cerrando mis ojos con fuerza. -Por favor... Por favor.- Seguí suplicando. No había nada más que pudiera hacer. Me estaba asfixiando. 

Hubo un silencio en el que sabia que Pablo estaba pensando. Un silencio en el que solo se escucho su respiración irregular al otro lado de la linea. Fue verdaderamente eterno. No me daba cuenta de que me temblaba la mandíbula hasta que él logro hablar.

-Esta bien, Emilio.- Suspiro, y yo pude volver a respirar. -Pero... Piensa antes de hacer las cosas. ¿Sí me entiendes?... Medita lo más que puedas antes de llevarlas a cabo, no te dejes llevar.