Emilio.
-¡cholo, fifi, que bueno que están aquí!- No podía dejar de ver a Joaquin. Sobre todo porque la persona que tenia frente a mí, no tiene ni una pizca del ser de luz que llevo conociendo desde hace bastante tiempo.
-Joaco.- Me acerque a él de manera cautelosa, quería tenerlo cerca.
-Gracias Mailo.- Me miro con los ojos vidriosos. -Gracias por encontrarlos.- Me observo por unos segundos con un sonrisa inestable.
-¿Estas bien?
-Sí, solo siento que me estoy ahogando. Necesito estar solo. Puedo encargarte a los cuyos un momentos. Necesito salir a tomar aire.- Joaquin lucia exhausto, tenia las ojeras muy marcadas, su piel estaba más pálida de lo normal y sus labios parecían haberse agrietado levemente, incluso podía ver su piel algo seca desde mi posición.
-De acuerdo.- Acepte sus deseos totalmente. Era lógico que se sintiera abrumado en estos momentos.
Nos quedamos viendo un pequeño tiempo que se me hizo eterno, pero aquel momento termino cuando note como él se acercaba hacia mi cuerpo y luego sentí sus delgados y largos brazos rodearme el cuello haciendo que ambos nos fundiéramos en un cálido abrazo inesperado. Correspondí apoyando mi mentón en su hombro como lo hacia siempre, lo acerque más a mi cuerpo, pasando mis manos por su espalda percibiendo su columna demasiado saltada, su delgadez era un tema que teníamos que hablar.
-No te preocupes por los cuyos, ve tranquilo... Lo necesitas.- Él se alejo de mis brazos de manera pausada, mirándome por un segundo a los ojos en un intento de hacerme creer que todo estaba bien. -Cuando vuelvas y todo este más tranquilo, tú y yo tenemos que hablar de muchas cosas... Y no pienso aceptar ningún "estoy bien" por respuesta.
Luego de mi afirmación me di la vuelta sin esperar respuesta de su parte. Ya estaba cansado de tantas dudas. Cuando Joaquin volviera iba a enfrentarlo, necesitaba saber con urgencia lo que le estaba pasando y ayudarlo en lo que fuera necesario.
Ya habían pasado 6 horas y Joaquin seguía sin aparecer.
Estaba intentando no alterarme demasiado. Sabia perfectamente que el necesitaba estar solo, pero que no me contestara el celular me tenia con los pelos de punta. Inhalaba y exhalaba en una especie de mantra para intentar mantener la calma mientras miraba el reloj en la pared por quinta vez en la ultima media hora. Ya eran las nueve de la noche y había obscurecido por completo. Miraba también de reojo las llaves sobre la mesa y la perilla de la puerta. Si no llegaba en veinte minutos iría a buscarlo, no debería estar muy lejos después de todo.
Quería alejar de mi cabeza todos los pensamientos negativos, la ultima vez que me deje guiar por mis malos presentimientos termine haciendo el ridículo frente a los vecinos de Joaco. Esta vez no me dejaría llevar tan fácil, confiaba en que Joaquin estaría bien, era un adulto después de todo.
En la ultimas horas me había propuesto aprovechar mi tiempo y me dedique a limpiar el departamento de Joaco, había abierto las ventanas y las cortinas para que el lugar se aireara y me había puesto a sacudir los muebles empolvados con un trapo que encontré guardado en un cajón. Inclusive lave los platos sucios, acomode los adornos y cojines. Definitivamente Joaquin me debía una, pero como estaban las cosas era incapaz de reclamarle algo.
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Sin Luz - Emiliaco
Mystery / ThrillerAmar te marca. Te hace dejar a un lado tu egoismo y entregar tu corazón a otra persona. Exponerte a tal grado de darle el poder de curarte y dañarte sin contemplaciones. Amar es sacrificio, es creer en lo que nadie cree. Es querer proteger a la otra...