Sin Luz - Emiliaco

38.

Emilio

"Exorcismo" 

"Comunicación espiritual"

"Fantasmas malignos"

"Espíritus maliciosos"

"Videntes"

"Médiums"

Una hora, una maldita hora de definiciones, clasificaciones, vídeos, imágenes, testimonios, casos reales, entrevistas, datos paranormales. Una hora completa en la que Joaquin se dedico a mostrarme todo lo que había investigado por su cuenta en lo últimos meses, ¿y yo? Yo me esmere en escucharlo atentamente. Intentando pensar en que todo esto era una puta locura enfermiza. 

-¿Emilio estas bien?- Pregunto de repente, mirándome con preocupación. -Estas pálido...

-Sí, sí, continua.- La verdad es que no me sentía para nada bien. Tenia ganas de vomitar y mi cabeza había comenzado a palpitar dolorosamente. El resfriado se estaba apoderando de mi cuerpo y ese era un hecho. Y para rematar ahora tenia a Joaco que me leía cosas descabelladas sobre fantasmas y demonios sacadas de Internet, las cuales para ser sincero yo no lograba creer en absoluto. Pero él parecía tan interesado, a pesar de la poca confiabilidad que pudieran tener estos relatos, de alguna manera lo hacían dejar de sentirse solo en todo esto que estaba viviendo.

-Aquí dice que le practicaron un exorcismo cuando tenia 18 años, y que lograron sacarle los demonios luego de varias sesiones...- Seguía leyendo él seriamente, mientras yo cada vez sentía más ganas de vomitar. -¿Crees que deberíamos de ir a una iglesia y preguntar sobre los exorcismos? Tal vez... Tal vez podrían hacerme uno o...

Esto fue demasiado.

Me puse de pie rápidamente sin dejarle terminar, totalmente mareado. Avance como pude hacia el baño de la habitación, ignorando por completo los llamados preocupados de Joaquin. Era como si una nube agobiante estuviera rodeando mi cabeza constantemente. Sin siquiera cerrar la puerta coloque mi cabeza frente al chorro de agua y deje que esta mojara un largo tiempo mi nuca y mis cabellos rizados, relajándome poco a poco. 

Cálmate Emilio, me decía a mi mismo, cálmate o él se alterara por tu culpa.

Suspire.

Quite mi cabeza de debajo del agua, y frote mis parpados, secándolos con suavidad. Luego de que mi visión se aclarara por completo tome la toalla de mano y me seque el rostro de manera uniforme. No me había dado cuenta de que Joaco me estaba mirando desde la puerta del baño hasta que gire mi cabeza hacia él.

 -Lo siento...- Me disculpé intentando sonar tranquilo -Tengo un poco de fiebre y... Bueno cada tanto me siento bastante mierda.

-¿Seguro?- Dijo sin quitare los ojos de encima. -Lo siento Emilio, seguramente te estoy agobiando con todo esto y...

-Ya deja de sentirte culpable Joaquin.- Le interrumpí, mirándole. Sin quitar mi sonrisa tranquila. -Ya te dije que solo es un poco de fiebre, se me pasara en unos días.

-Pero...

-¿Joaquin? ¿Emilio?- Ambos nos sobresaltamos al escuchar una tercera voz en la habitación. Volteamos y vimos a la mamá de Joaquin asomándose por la puerta. Nos sonrió con amabilidad. -Ya esta listo el almuerzo.