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—¿En serio?...— Le pregunte al no poder creer que estaría nuevamente frente a él.


—Por supuesto, tengo que ver unos asuntos pero me desocupare en la noche...y me encantaría verte...aunque sea por unos minutos pero no te obligare, podríamos vernos después como en navidad o año nuevo...— Me contesto forzándose a no hacerme sentir obligada con un rencuentro que crea sentimientos únicos en mí.


—No, no, también quiero verte, solo hay que ponernos de acuerdo en la hora y el lugar— Le dije entusiasmada.


¿A quién podía engañar?, no es lo mismo solo poder escucharlo a estar frente suyo...aunque eso implique no saber qué demonios hacer con lo ocurrido antes si intenta hablar de ello.


—Estaré desocupado pasadas de las ocho, ¿te parece si nos vemos en el hotel en el que me hospedare?— Me propuso al planear nuestro encuentro.


Al escuchar la palabra "hotel" me sonroje como una tonta, ambos quedamos en una relación sana pero...con ciertas condiciones por ambas partes, la primera condición que el pidió fue hacerlo participe en mi vida mientras que yo a cambio le pedí que comiera debidamente ya que no lo hacía.


—Si...iré y cocinare para ti, podremos charlar como antes— Le conteste al ordenar mi mente tocando mi mejilla.


—Quiero verte cuanto antes mi amor, poder ver tu rostro y...abrazarte— Confeso Hakyeon provocando que mi rostro se calentara.


No sabía si debía responderle, decirle que también quiero abrazarlo y ver ese hermoso rostro suyo puede crear malos entendidos...


—Está bien— Dijo de pronto Hakyeon al no obtener una respuesta de mi parte. —Siempre encontrare la manera de llegar a ti mi amor, aun no sabes lo mucho que te amo pero tenemos toda una vida en donde no me cansare de demostrártelo y decírtelo porque eres mi única flor— Dejo en claro sabiendo dentro de mí que no mentía y eso me gustaba.


—...Gracias...— Le agradecí al no saber que más responderle.


Nos quedamos casi dos hora al teléfono hablando sobre su viaje a corea y sus planes para el futuro en donde el me hacía a su lado dándome una sensación de seguridad increíble, el que hakyeon sea tan directo es agobiante pero me encanta, no guarda sus sentimientos...


Al despedirnos seguí con mi rutina, prepare el almuerzo para Taekwoon y después tome una ducha. Deje mi cabello mojado y fui hacia la cocina para servir dos vasos de jugo.


El sonido de la puerta al estar siendo colocado el código de seguridad me pone ansiosa, el primero en quien pienso es en ese bastardo, entrando al departamento y haciendo de mi mente una mierda como acostumbra pero al ver a Taekwoon cruzar por la puerta y jalarse la corbata para estar más cómodo logra que en mis labios se forme una sonrisa.


—Bienvenido— Le digo al ir a dejar los vasos a la mesa.


Cadenas dulcesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora