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Le di un vistazo a Taekwoon pero este seguía sonrojado y ni cuenta de nada. Opte por dejar ese asunto de lado hasta que pudiera analizar lo que había pasado.


Le ofrecí buscarle una muda de ropa pero Taekwoon no quería que me moviera por el momento ya que mis piernas seguían algo dormidas y mi mente confundida. Me busco una muda de ropa cómoda y me preparo la bañera para que pudiera bañarme más cómodo.


Utilizare el baño de mi habitación, tomate tu tiempo— Me dijo al llevarme al baño de mi habitación.


—Gracias— Le agradecí sonriendo. —Aunque ya no tienes tiempo al menos llévate una manzana— Le pedí preocupada ya que no había comido nada.


Taekwoon sonrojado acento con la cabeza. —Volveré cuanto antes— Me dijo antes de salir del baño.


Respire profundo al ir hacia la bañera, estire mi mano antes de entrar pero como un balde de agua fría recordé que Hongbin no estaba más. Me recargue contra la fría cerámica de la tina dejando remojar mi cuerpo.


Durante todos esos meses nunca me percate de lo frió que es la tina, hongbin siempre que me bañaba se bañaba conmigo quedando en medio de la tina y yo. —Ese bastardo odiaba el frió pero...lo soportaba para estar conmigo...maldito enfermo— Susurre al mirar mi cuerpo bajo el agua.


Después de que Taekwoon fuera a tocarme la puerta del baño para avisarme que ya se iría me bañe debidamente. Al salir de la bañera mire mi cuerpo desnudo gracias al espejo. —...Sí que le gusta dejar marcas...aunque no importa, a Ravi le da igual— Me dije al restarle importancia a las marcas de mi cuello.


El resto del día concentre mi atención a realizar mis deberes, deje la televisión prendida en un documental acerca de los bosques mientras yo limpiaba el departamento dejando de tal modo que el día pasara.


Cuando el sol estaba por ocultarse llego Taekwoon con un pastel. —¿Celebramos algo?— Le pregunta el ir hacia él ya que estaba teniendo problemas para quitarse los mocasines al traer en su mano el pastel y en la otra su portafolio.


Taekwoon al hacer contacto visual conmigo sus mejillas se tiñeron de rojo. —...Si...— Respondió en un susurro mientras yo tomaba el pastel y su portafolio.


Espere a que se quitara los mocasines y juntos nos dirigimos hacia la cocina. Coloque el pastel en la barra mientras que el portafolio lo fui a dejar al sofá. —...Nosotros...— Comento Taekwoon con esa voz dulce y en un tono bajo que por culpa de la televisión estaba siendo opacada.


Sin decir nada apague la televisión y voltee a verlo indicando que podía proseguir. —...Nosotros...estamos cada vez más cercas...— Explico haciéndome suponer que todo esto era a causa de lo que hicimos en la cocina...


Verlo tomando eso tan en serio es...lindo.


—Lo siento, no prepare nada pero haré café mientras te pones cómodo— Le conteste al no querer arruinar su buen humor.


Cadenas dulcesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora