Cadenas dulces

.10.

           

Ravi guardo silencio y sin decir nada me ayudo a lavar mi cabello. El resto del baño ninguno de los dos hablo, solo nos dedicamos a bañarnos y una vez que terminamos Ravi volvió a ayudarme a secarme el cuerpo y me vistió.

Me pidió que esperara en la sala por unos minutos, para cuando volvió Ravi trajo consigo el botiquín de primeros auxilios, también fue a la cocina  trayendo una botella de agua.

Tomo asiento a un lado mío, saco una pastilla del frasco y la llevo hacia mi boca, deje que metiera la pastilla dejándola sobre mi lengua y después me abrió la botella de agua entregándomela y con ayuda de ella me pude pasar la pastilla.

—Eso ayudara con el dolor,  ahora— Me estaba explicando cuando alguien llamo a la puerta con bastante fuerza.

—Espera aquí, yo me encargo— Me dijo Ravi acariciando mi mano y con ese simple acto me hizo sentir segura.

Supuse que se trataría de alguna chica ya que Ravi parecía intentar calmar a alguien pero de repente unas pisadas de alguien entrando a la casa llamaron mi atención y al voltear me encontré con nada más y nada menos que con el maestro Taekwoon.

No sé quién de los dos estaba más sorprendido, si él o yo. Me miraba de arriba abajo como si viera un fantasma mientras que yo me sentía confundida he incomoda.

Ravi llegó poco después una vez que cerró la puerta,  paso de largo de Leo y tomo asiento nuevamente a mi lado. —Dame tu pata— Me ordeno Ravi mientras abría el botiquín y sacaba una crema que generalmente usaba en mí por las heridas que él me hacía en las muñecas.

—...¿Por qué estás haciendo esto Ravi?— Pregunto el maestro Taekwoon entre molesto y confundido mientras que yo estiraba mi mano hacia Ravi quien tomo mi mano con cuidado, la coloco sobre su regazo y comenzó a aplicar la crema en toda mi muñeca con cuidado, era obvio que le costaba ser tan delicado pero era agradable verlo esforzarse.

—Porque quiero borrar todo rastro de ese pedazo de mierda...— Le contesto Ravi con rabia con solo recordar aquello por lo que había pasado.

—No me refiero a eso— Dijo el maestro Taekwoon molesto.

Ravi aunque estaba concentrado en vendar mi muñeca sus oídos escuchaban cada palabra del maestro taekwoon. —Pregúntame lo que quieres saber sin rodeos, sabes que te diré la verdad— Le dijo Ravi sin voltear  a verlo mientras que yo solamente me sentía en medio de ellos.

—¿Qué clase de relación tienes con (tu nombre)?... — Pregunto finalmente el maestro taekwoon y ante su pregunta Ravi se detuvo por un momento.

—Listo, ahora tu otra pata— Me dijo Ravi al haber terminado de vendar mi muñeca. Sin dudarlo estire mi otro brazo he igualmente Ravi lo coloco  en su regazo.

—Tengo con ella la misma relación que tengo contigo— Le contesto Ravi sin dudarlo pero su respuesta me sorprendió, por inercia voltee  a ver al maestro Taekwoon quien me miraba igual de sorprendido.

Los dos nos mirábamos con asombro ya que...si Ravi tiene la misma relación que tiene conmigo...entonces...con mi maestro taekwoon...eso...eso quiere decir...que...se...acuestan...

Las mejillas de mi maestro comenzaron a tornarse rojas mientras que su ceño se fruncía. —Ella solo es una niña, ¿Por qué demonios le has estado haciendo eso?— Le pregunto Taekwoon molesto.