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Al escucharlo no pude evitar notar a un sonrojado Taekwoon quien parecía esforzarse por no abrir los ojos. —...¿De verdad...está bien hacer eso?— Debía de admitir que a pesar de no estar en contra de esa idea... no puedo evitar pensar en cómo los tres nos estamos dejando llevar a una relación demasiado peligrosa.


Ravi quien guardo silencio por un par de segundos de repente lamio mi cuello provocando que de mis labios saliera un gemido consiguiendo con eso que Taekwoon abriera sus felinos ojos. —Si fuera alguien más...no podría soportar que te tocara pero con Leo...— A su manera intento expresarse haciéndome reconocer eso.


—...Solo para dejar en claro, después de esto los tres...— Tenía la intención de explicarles lo raro que serían las cosas después de tener sexo pero en medio de mi explicación Taekwoon tomo el valor para acortar la distancia entre nosotros depositando un corto pero...dulce beso en mis labios.


Su pálido rostro ante mis ojos se veía radiante, quizás era por sus mejillas sonrojadas o tal vez por el calor del momento que mi cuerpo se movió solo, para cuando reaccione ya me encontraba besándolo.


Taekwoon estaba más tímido de lo normal, sus temblorosas manos tocando mi abdomen era lo que necesitaba para ir por él. Al separarme de sus labios no pude evitar morderlo obteniendo una magnifica vista suya, con su respiración agitada pero pidiéndome más con sus ojos como si los tres estuviéramos en un mundo que solo existe al estar juntos.


—Entonces...seguiré— Con voz ronca Ravi insistió aunque sus manos seguían en mi intimidad frotándome sus dedos.


—...Mierda no puedo esperar más— Tan sutil como siempre el loco de Ravi parecía haber hablado para si mismo y sin previo aviso jalo de mi hombro para que me recostara de espalda en la cama. —Es hora de comenzar mi perrita— Con un entusiasmo que hacia tanto tiempo que no veía Ravi se subió arriba de mi quedando sentado en mi cadera.


Sin palabras solo miraba su cuerpo desnudo, sus abdominales marcados como de costumbre y esa sexy piel aperlada haciendo resaltar sus tatuajes... aunque lo que llamo mi atención fue uno nuevo a su costado, parecía un especie de Angel pero con correas...


—¿Cuándo te hiciste ese tatuaje?— Me resultaba imposible creer que algo de tal magnitud no lo hubiera sabido antes.


Ravi quien estaba más interesado en ponérmela adentro hizo caso omiso a mi pregunta. Tan brusco como siempre se inclinó a mi cuello y al estar a solo un centímetro de mi piel su caliente aliento choco contra mi cuello. —Fantasee tanto con este momento...con estar contigo de nuevo— Sus susurros creaban un placentero escalofrió por todo mi cuerpo y tras decir eso sentí sus labios contra mi piel depositando un corto beso sin embargo enseguida mordió mi cuello haciéndome gemir.


Estaba por regañarlo cuando unas frías mano bajaron mis bragas, fue en ese momento que voltee donde se suponía que estaba Taekwoon...pero no estaba más ahí.


—Solo relájate...— Al pedírmelo el estúpido de Ravi subió hasta quedar sus rodillas a los lados de mis hombros llevando su mano a su miembro el cual estaba a centímetros de mi rostro.

Cadenas dulcesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora