Cadenas dulces

.59.

Una vez sola el silencio y la calma me hacían sentir ansiosa, sin nadie en casa y con mi mente peleando entre sí para que recordara y olvidara lo que ya está en el pasado no me dejo más opción que salir de ahí.

Termine de alistarme en veinte minutos y tras asegurarme que las marcas de mi cuerpo no si vieran Salí del departamento. Supuse que Bobby se encontraría trabajando en esa tienda por lo que pase antes a una cafetería, compre dos licuados para llevar y dos panqueques.

El viaje en taxi fue silencioso a excepción del claxon de los otros conductores, una vez que llegamos frente de la tiende pague en efectivo y al asegurarme de traer conmigo el desayuno que había comprado y mi mochila baje.

Abrí la puerta de la tienda haciendo sonar su peculiar campanilla. —Bienvenida— Por lógica lo primero que vi fue el mostrador sin embargo el no estaba ahí aunque su voz si venia de esa dirección.

Sin responder me acerque hacia la caja a pesar de no verlo y una vez que llegue ahí estaba el, sentado en el piso con un montón de marcadores de colores, pegamento y brillantina decorando una cartulina blanca.

—No sabía que teníamos tarea— Comente al colocar la bolsa con el desayuno sobre la barra.

Bobby sorprendido volteo a verme al instante para después intentar ocultar la cartulina con sus manos moviéndolas frenéticamente. —¡No mires girl!, aun no esta listo— A pesar que me resultaba gracioso verlo hice lo que me pidió dando media vuelta.

—¿y?, ¿Qué tanto haces?— Debo admitir que tenía curiosidad y después de unos segundos Bobby salió de ahí atrás quedando de frente.

La brillantina en su mejilla y sus manos manchadas de tinta de los plumones me hacía recordar a los niños de preescolar. —...Es un cartel...— Respondió con un puchero sacándome una sonrisa por su gesto.

—¿Quieres que te ayude?, ¿Qué materia lo encargo?— Este negó rápidamente y antes de responder desvió la mirada.

—Es para...cuando nades....quiero alentarte así que te hice un cartel...— Avergonzado llevo sus manos a su cabello despeinándolo.

—...Gracias, ahora sin duda voy a ganar...y para iniciar bien el día traje el desayuno, ¿tienes tiempo?— Logrando que el ambientes fuera más relajado cambie de tema con facilidad.

Después de pasar todo el tiempo en la tienda hasta la primera clase Bobby pudo terminar su cartel aunque no me dejo mirarlo ya que era sorpresa. Todo estuvo bien, nos asignaron trabajo en equipo para algunas materias sin embargo al saber que tengo a Bobby como compañero es tranquilizador por ser fácil de tratar.

La hora del almuerzo llego y como sospechaba Taekwoon me mandó un mensaje confirmándome que estaba muy ocupado y que lo sentía por no poder comer conmigo. Le conteste con un mensaje corto pero lo más dulce que podía para que no se preocupara.

—Si tuvieras un deseo, ¿Cuál sería?— De pronto Boddy capto mi atención con una extraña pregunta mientras comíamos un emparedado en el jardín delantero ya que como está a simple vista todos prefieren el patio trasero para no ser interrumpidos al estar con sus parejas.