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Negué con la cabeza aunque no voltee a verlo. —Descuida, en todo caso es culpa del maldito de Ravi por venir antes— Le conteste al tomar del césped su saco, lo sacudí un poco haciendo caer unas hojas.


—Pero este era un momento especial...— Protesto tristemente que incluso creí que lloraría.


Esos felinos ojos se comenzaron a cristalizar y en un intento de contener sus emociones hacia puchero. "...woo...sí que es adorable" pensé al sonreírle. —Aun lo considero especial, no porque no pudimos hacerlo hoy quiere decir que jamás lo aremos— Le dije en un intento de animarlo y por suerte mía funciono.


—...¿De verdad?— Pregunto ahora mostrándose más esperanzado a lo que sonreí yendo a un lado suyo tomando sus manos con cuidado y desatando sus muñecas.


—Abotona bien tu camisa mientras aguardo las cosas en la canasta— Le dije al ir al otro lado de la manta comenzando a guardar todo.


Taekwoon se levantó y antes de abotonar su camisa me dio la espalda. Al estar ambos listos y con todas las cosas dentro de la canasta nos pusimos en marcha para ir hacia las escaleras. —...Gracias por traerme a este sitio, significa mucho para mi teniendo en cuenta la historia detrás— Me agradeció tan pronto bajamos el primer escalón.


—Dejemos este sitio en secreto, si Ravi sabe sobre ello quera que lo traiga aquí aunque fuese de día— Le pedí al notar que nuestros pasos estaban coordinados.


...¿Ravi es de los que les gusta tomar todas las primeras veces verdad?— Su pregunta me sorprendió al punto de hacerme voltear a verlo pero enseguida fije mi atención en los escalones.


—¿Qué te hace creer eso?— Le pregunte pero ya sabía la respuesta a eso.


Taekwoon guardo silencio por unos segundos. —Había días en las que únicamente se la pasaba hablando de ti, recordando el tiempo que han pasado junto y las cosas que hicieron. Su rostro se iluminaba al platicarme cómo iba por ti al colegio cuando cumplías años y lo mucho que se lo pensaba para hacer de ese día especial— Me contó nostálgico sin embargo esos momentos con Ravi los recordaba diferentes.


Al llegar mi cumpleaños un día antes Ravi se largaba con alguna de sus amigas para llegar por mí a la hora de la salida de la escuela. Su olor de recién bañado siempre fue algo que me molestaba pero de lo cual jamás le comente nada ya que no me sentía con derechos de reclamarle algo...y ese sentimiento sigue igual.


No hizo basta platicar después de eso. Taekwoon tomo mi mano y de tal forma bajamos por la colina. —Si quieres puedo manejar— Se ofreció Taekwoon mientras guardaba la canasta en la cajuela.


—No tienes que preocuparte, tengo la mejor experiencia manejando— Le dije al ir hacia el lado del conductor y abrir la puerta.


Una vez en marcha conduje más rápido a comparación de cuando íbamos. Después de quizás veinte minutos conduciendo y mi atención en el camino no me percate de la fija mirada de Taekwoon en mi hasta que tomo mi mano la cual descansaba en mi regazo.

Cadenas dulcesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora