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Al estarse cambiando mire un programa de comedia y aunque sus chistes carecían de sentido y continuidad me sirvió para pensar en que iba hacer en el día, podría ir a comprar algo de ropa aunque preferiría pasar por un helado.


—...Estoy por irme— Me dijo Taekwoon percatándome que su voz venia del recibidor.


Me levante del sofá rápidamente. —¡Espera!— Le pedí al ir hacia la cocina y una vez que entre tomo el bento que había dejado cerca de un jarrón.


Me dirigí hacia Taekwoon con el bento en mis manos y a pesar que estaba esperando por mí no pudo evitar mostrarse sorprendido al estar frente suyo. —Si te da hambre a la hora del almuerzo puedes comer esto, lo prepare en la madrugada pero sigue caliente— Comente al entregárselo.


Taekwoon lo miraba con atención el bento entre sus manos y una vez que alzo su cabeza para mirarme...me dejo ver una amplia y genuina sonrisa a pesar que sus mejillas se habían sonrojado un poco.


—Gracias, lo comeré sin dudas, gracias— Me agradeció tan feliz solo por darle un bento que no pude evitar reírme un poco.


—Lo hice con gusto, es mejor que te vayas o llegaras tarde— Le dije al recordar que el tenia clases a primera hora.


Taekwoon aun sonriendo volvió a despedirse de mí con un "nos vemos" y salió del departamento.


...¿Dónde estará mi ropa?— Pensé al recordar mi billetera con la tarjera que me había dado Hakyeon.


Busque en la habitación de Taekwoon pero no encontré nada, después fui al baño del pasillo en donde se encontraba...en el fondo del cesto de la ropa sucia como si hubiera sido lanzada con fuerza. —Entonces...fue Ravi quien me cambio de ropa— Pensé al tomarla de nuevo y tras darme un baño de quince minutos me puse la ropa con la que había llegado.


Salí del departamento pero a pesar que ya era libre de ir a donde quisiera solamente fui a un super mercado que se encuentra a un par de cuadras y compre algunas cosas para la cena de esta noche, pensaba en algo de pasta con albóndigas por lo cual había cosas que comprar. Al terminar entre a una heladería disfrutando de mi momento a solas.


El dulce pero frió encanto del helado hacía mucho tiempo que no lo probaba por culpa de aquel bastardo ya que odia las cosas demasiadas dulces. Dejándome absorber por mi propio placer por el helado el tiempo paso más rápido de lo esperado.


Volví al departamento aunque una vez que llegue me percate que en la entrada se encontraban los zapatos de Taekwoon y en la pequeña repisa ya no se encontraban sus pantuflas.


Coloque las bolsas en el suelo mientras me quitaba los tenis cuando escuche a Taekwoon gritar "¡No esta!" y seguido a eso unas pisadas a toda velocidad se iban haciendo cada vez más audibles hasta que llego frente a mi cuando me pude quitar los tenis.


Su respiración agitada y sus ojos abiertos ampliamente al verme me dejo sin habla. —¿Sucede algo?— Le pregunte ante su continua mirada en mí tras un momento en silencio.

Cadenas dulcesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora