Cadenas dulces

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Su petición...fue diferente a lo que me había imaginado. Pestañe un par de veces sabiendo bien a lo que se refería y no solo al hecho de pedirme pronunciar tales palabras...si no a los sentimientos que había detrás de todo eso.

Lo mire detenidamente... —Te quiero...— Al decirle lo que deseaba sus orejas enrojecieron.

"Te quiero...pero...¿de verdad quieres esto?, cada vez que estás conmigo sé que te haces daño porque toda tu vida estuviste destinado a realizar lo correcto, estudiar, obtener las mejores calificaciones, casarte con una buena mujer y formar una familia... Lo que estamos haciendo es algo que tienes que esconder de las personas que amas y una relación con Ravi es difícil pero podrías hacerla funcionar...si solo son ustedes dos"

—...también te quiero...—

Su dulce voz... estremeció mi cuerpo y no solo eso, su rostro sonrojado más sus manos amarradas en su espalda lo hacían ver tan lindo y sumiso que mando mi razonamiento a la mierda.

—...No voy a detenerme— Le advertí al acortar nuestra distancia tomando la iniciativa tomando a sus labios en un apasionado beso.

Sus jadeos y su cuerpo rendido a mi lo hacían ver irresistible. Corte el beso he hice que retrocediera hasta que tropezó con la cama cayendo de espaldas y gracias a eso soltó un ligero quejido de dolor por tener las manos atadas.

Me quite las bragas y subí a la cama quedando arriba de su erecto miembro sintiendo como palpitaba al ser frotado contra mi intimidad. —¡ha...! ¡Hmms!...— Sus gemidos los intentaba callar al morderse los labios.

"Veremos cuanto puedes controlarte"

Tome su miembro con mi mano y ante su felina mirada le sonreí. Lo introduje todo de una solo estocada, tan caliente y húmedo que Taekwoon no pudo controlar sus gemidos, me miraba jadeante y sonrojado.

—Dime, ¿Qué es lo que quieres?— Le pregunte al sentí mi interior contraerse envolviendo a su duro miembro.

—...Bésame...— Pidió aunque estuviera avergonzado sin embargo aquello conmovía a mi corazón, su deseo por mis muestras de afecto es mi punto débil...

¿Cómo puedo negarme a esto?.... a el...

Me incline y mientras me acercaba a sus labios mis caderas subían y bajaban lentamente logrando contraer su cuerpo jadeante y sudado. A centímetros de su rostro me detuve mirándolo fijamente. —...Espera...— Me pidió avergonzado y antes de seguir hablando cerro sus ojos con fuerza. —Me vendré...si te mueves así...—

Me contuve para no reírme ya que podría mal interpretarlo pero eso es tan adorable que no puedo evitar sonreír. Contuve mis movimientos y con cuidado deposite un corto beso en sus rosados labios. —Puedes correrte tanto como quieras— Le comente haciendo que dejara de cerrar los ojos para mirarme. —Solo no contengas tu voz, me excita escucharte— Le susurre al oído y como estaba cercas de su cuello lo lamí dejando que sus gemidos se escucharan por toda la habitación.

No me importaba si al estar lamiendo su cuello sabía un poco a sudor ya que ambos estábamos sudando ya que valia la pena en su totalidad por lo mucho que lo estaba disfrutando Taekwoon.

Sin esperar más tiempo comencé a mover mis caderas sacando y metiendo su resbaloso miembro mientras mi interior se contraía al sentirlo tan dentro. Taekwoon jadeante se acurruco en mi cuello y al estar desapercibida me hizo una marca de beso.