Cadenas dulces

.53.

Coloque la ropa sobre el estante y comencé a desnudarme mientras una sensación de remordimiento golpeaba mi corazón, no era lo que quería, distanciarme de Ravi solo por no aceptar su disculpa...es como hacerme daño.

Tras una ducha de quince minutos termine de bañarme. Con el cabello mojado Salí encontrándome con todas las luces apagadas pero no las necesitaba y sin demoras fui había mi habitación pudiendo apreciar como las luces se podían ver debajo de la puerta y al abrirla esos dos estaban dentro sin hablar.

Ravi miraba el suelo sentado en la orilla de la cama mientras que Taekwoon ya estaba acostado pero sentía que no estaba dormido.

—Mañana trabajas, ¿no piensas dormir?— Le pregunte mientras apagaba la luz.

—...¿puedo...dormir aquí?...— Pregunto con miedo... y aunque no puedo ver su expresión no me hace falta, se lo aterrado que esta por lo que pueda responderle.

Respire profundamente quitándome la parte de arriba de la pijama dejándola botada por algún lado de la habitación y aun sin darle una respuesta subí a la cama acomodándome.

Al estar acostada pude sentir cuando Ravi se levantó. —Dices que te pertenezco...no me pidas permiso por algo así, si alguien puede tener esos derechos en mi vida eres tu así que entra de una vez que tengo sueño—

Al escucharme tardo solo cinco segundos para quitarse la ropa y subir a la cama, acomodo su almohada para después envolver mi cintura con su brazo atrayéndome a su cuerpo, la caliente temperatura de su piel contra mi espalda aun cuando hace un poco de calor es jodidamente placentero al punto que me hace suspira.

La estabilidad que me hace sentir Ravi es una adicción, soy consciente que por años él era lo único que tenía en este mundo...

—Descuida gatito, tú también puedes abrazarla— Ofreció Ravi logrando que Taekwoon se acercara a nosotros o mejor dicho a mi y estando nuestros rostros de frente se acurruco en mi almohada dejándome sentir como nuestras respiraciones chocaban.

Lleve mi brazo hacia su cintura sintiendo la tela de su pijama a lo cual metí mi mano bajo la tela de esta para poder sentirlo pero una vez que mis dedos tocaron su piel Taekwoon se estremeció y de tal forma, en medio de esos dos caí rendida desconectándome del mundo entero sabiendo que ya todo estaba bien.

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El telon bajo dando por terminada la obra y como cada noche los actores salen para recibir los aplausos del publico. Entre ellos ese zorro voltea a verme directamente mostrándome una de sus seductoras sonrisas logrando que mi corazón se acelere provocando que sujete con fuerza el ramo de flores moradas que descansan en mi regazo.

Los actores se dividen para salir cada uno por un lado del teatro para sus respectivos camerinos y nuestras luces se prenden consiguiendo que todos vayan saliendo hasta que uno de los empleados se acerca a mí. —Señorita, el actor Hakyeon ya está listo para verla— Me hace saber con una sonrisa de cortesía.