Capitulo 94

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[Harry]

Terminé de darle el último sorbo a mi cerveza y sostuve el cigarro entre mis labios. Aplasté la lata y luego me bajé del coche.

No quería estar aquí pero necesito pedir algo. Caminé a través de la pulcra entrada y miré el jardín bien decorado y lleno de verde y colores.

Entre las flores reconozco las margaritas y eso sólo me recuerda a Lucy, tan simple, adorable y herida. Soy un fracaso como persona.

Mis botas golpean el cemento y mis nudillos se conectan con la madera.

“No puedes fumar aquí,” mi madre avisó tan pronto abrió la puerta.

Lancé el cigarro al suelo y lo aplasté con la bota. Entré a la sencilla casa de mi madre, era grande pero lo más llamativo de aquí era el jardín trasero, a Charlie le encanta jugar allí.

Pasé por el pasillo y pude ver que en la sala de estar estaba Paolo, un hombre que trabaja con mi madre. Tengo un ojo de él.

“Buenas tardes, Harry,” saludó con una leve sonrisa.

Sonreí falsamente y fingí una pistola con mi mano. Le disparé a Paolo y seguí a la cocina.

“Genial, tienes a Paolo aquí,” gruñí al entrar a la cocina y Barbara me miró confundida.

“¿Y qué quieres ahora, niñito?”

“Vine a pedir algo,” me encogí de hombros.

“¿Qué rompiste ahora?”

“Ese no es tu problema,” agarré una galleta de chocolate y la metí en mi boca. “¿Qué estás haciendo aquí y Paolo el idiota?”

“Nos juntamos con tu madre para compartir ideas, queremos ver si logramos crear nuevas recetas o algo innovador,” ella sonrió y yo abrí el refrigerador.

“¿Por qué no tienen un buen ron aquí?” Rodé los ojos y cerré el refrigerador. Miré a la mesa y Barbara tenía un vaso de vino. “¡Tramposa! Quiero vino.”

“Eres un bebé.”

“Tengo 19 años,” le arrebaté el vaso y bebí el vino de un sorbo. “No está tan malo, buena elección.”

“¿Ahora sabes sobre vinos?” Elevó una ceja la señora y yo asentí. “¿Y cómo está tu problema? ¿Has resuelto algo?”

Sus preguntas me lanzaron a mi lado oscuro y la nostalgia se depositó en las partículas de mi cuerpo y sinceramente es difícil de hablar sobre esto.

“Nop, todo mal,” respondí y apoyé mi espalda en el refrigerador. “Pero tenías razón, estoy enamorado de Lucy.”

“Era obvio. ¿Entonces, las cosas están mal con ella también?”

“Sí, cometí un error y apresuré todo pero no podía aguantarlo.”

“Hombres, siempre se equivocan. Mi marido era igual pero estamos felizmente casados hace muchos años. Dime Harry, ¿enserio estás enamorado de ella?”

“Absolutamente.”

“La cosa es…¿Te proyectas en el futuro con ella?”

“Esto no son los tiempos antiguos espero que no estés hablando de matrimonio, Barbara.”

“Nop, pero estoy hablando de algo serio y no sólo sobre sexo y jugueteo.”

“Ella es virgen,” aclaré enseguida y no quiero que Barbara tenga una mala percepción de Lucy.

Opposite worlds  »h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora