Capitulo 26

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Un minuto después de que salio Annie, entró Dulce. Se veía tan radiante vestida con un vestido azul, unas sandalias y el cabello suelto. Se la veía muy fresca, aunque Chris decidió que por muy bonita que se viera, le gustaba más cuando estaba en la cama.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó Chris acercandose a ella.

- Hola - respondió con sarcasmó -, sí, a mí también me da gusto verte.

- A mí también me da gusto verte, pero si Alfonso te ve aquí nos va a matar a los dos.

- ¿Por qué? Yo solo vengo a ver a mi abogado - dijo al tiempo que cerraba el espacio entre ellos y lo rodeaba con los brazos.

- No, espera - la sujetó por los hombros y así evitar que se siguiera acercando a él -. Si nos descubren...

- No nos van a descubrir. Anda, tenemos poco tiempo.

Y por fin Dulce unió sus labios a los de Chris. Inmediatamente la pasión y la lujuría se prendieron en él, y la abrazo intensamente contra sí al tiempo que profundizaba el beso.

Y Dulce le correspondió de la misma forma al sentir la lengua de Chris introducirse en su boca, la suya fue a buscarlo y sus lenguas se entrelazaron iniciando una danza de auténtica pasión.

Con la pasión también se desató la urgencia, pues a diferencia de la primera vez ya sabía que era lo que les esperaba. Chris separó unos milimetros sus labios de los de Dulce.

- Me encanta que uses vestido - dijo y le dio otro beso - hace las cosas más fáciles - terminó de decir al tiempo que bajaba los tirantes de la prenda.

Dulce le sonrió y Chris atrapó de nuevo sus labios en un apasionado beso. Chris hizo que ambos giraran y ella quedó contra el escritorio. Él la cargó y la sentó sobre el escritorio.

Chris le abrió las piernas y el vestido se subió un poco, él se colocó entre sus piernas y continuó besándola por el cuello mientras le bajaba el vestido y trataba de bajar a sus senos.

Cuando lo logró, atrapó uno de sus pezones entre sus labios y lo chupó hasta que Dulce le suplicó que parara, él lo hizo, pero atrapó su otro seno. Mordiéndolo y chupándolo, mientras con su mano seguía acariciando su otro pezón .

Su otra mano bajo y fue directamente en busca de la feminidad de Dulce, deseaba estímularla para poder tomarla de la forma que le gustaría. Pero Chris se separó de ella de repente y la miro fijamente.

- ¿No llevas ropa interior? - preguntó lo obvio pues ya sabía cual era la respuesta.

Dulce le sonrió con picardía. - Para que perder el tiempo -. Y lo jaló de la corvata para poder besarlo de nuevo.

Pero antes de que sus labios volvieran a entontrarse. - Eres una niña mala - dijo Chris riendose.

Y Dulce fiel a sus palabras no perdió el tiempo y fue directo a buscar desabrochar el pantalón de Chris, al momento siguiente si miembro duro y grande ya estaba liberado y listo para penetrarla.

De nuevo no perdieron tiempo en hacerlo. La penetró sobre el escritorio, Dulce sentada sobre él y Chris entre sus piernas, besandose sin parar para evitar que algún ruido indecente se pudiera escuchar.

Las embestidas de Chris eran maravillosas, era lo que Dulce necesitaba. Eran rápidas, profundas y fuertes. Dulce lo podía sentir en su interior grande y duro. Y como llegaba más profundamente dentro de ellas cada vez que la penetraba.

En la última estocada Dulce lo rodeó con las piernas para evitar que Chris se alejara de ella y los dos culminaron en un maravilloso orgasmo, tratando de que en silencio sus respiraciones se tranquilizaran.

- ¡Alfonso, todavía no termino de hablar contigo!

La voz de Annie llegó desde el pasillo haciendo que ambos se sobresaltara.

Seduciendo A Un CaballeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora