Capitulo 77

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Chris salió corriendo de la galería. Miró primero hacia la izquierda y después a la derecha buscando a Dulce. Entonces la vio.

Ella estaba no más de cinco cuadras después, iba caminado y Chris corrió para alcanzarla.

- ¡Dulce! - gritó él, pero si ella lo escuchó no se giró. Siguió caminado.

Con forme se acercaba a ella corriendo siguió llamándola y ella aumentó el paso.

- Dulce, espera por favor - le dijo cogiéndola de la mano. Ella por fin se giró a verlo, pero Chris tenía la cabeza agachada tratando de recuperar su ritmo normal de respiración.

- Perdón - dijo después de un largo respiro, pero todavía con la cabeza baja. - Perdón. Ayer vine a buscarte para decirte que había hecho una idiotez por no volverte a buscar, y volví a cometer otra idiotez al pensar que... - no dijo qué -. Perdón.

- Chris... - dijo ella en un tono de cariño y compasión.

- Me equivoqué - dijo por fin mirándola a los ojos. - Ya sé que soy un idi0ta, lo sé. Pero te voy a compensar.

- No tienes por qué hacerlo.

- Pero quiero hacerlo, por ti y por mí... este ha sido el mes más horrible de mi vida, triste y solitario. Un asco. Yo quiero estar contigo, Dul. No me importa nada más que tú.

- Y nuestro hijo - puntualizó ella. Era entre una pregunta y una afirmación.

- Y nuestro hijo - repitió Chris con una tímida sonrisa. - ¿Me perdonas?

Ella se le quedó mirando, como reflexionando su respuesta. - ¿Alguna vez te han dicho que cuando pides disculpas pareces un niño chiquito? - respondió ella con la voz llena de ternura.

- ¿Eso es un sí?

- ¿Sabes que responder una pregunta con otra pregunta es tonto?

- Tú también lo estás haciendo.

Dulce fingió que daba un largo suspiro de resignación.

- ¿Me perdonas? repitió Chris.

- Sí, Chris.

Entonces él se acercó más a ella, tomo su cara entre sus manos y acerco su boca a la de ella, pero a milímetros de distancia una boca de la otra dijo: Te amo - y la besó.

Pero el beso no duró mucho, porque unos aplausos empezaron a sonar un momento prácticamente inmediatamente después de que sus labios se tocaron.

Los dos se separaron para ver de donde provenían los aplausos. Al mirar a un lado se percataron de que habían estado frente a un restaurante y que todos los comensales estaban prestando toda su atención a lo que ocurría entre ellos.

- Dios mío - dijo Dulce -, qué pena.

- ¿Te da pena que nos vean besándonos? - preguntó Chris medio en broma y medio en serio. - A mí me parece que les gustó.

- En esta clase de cosas no debería haber público, Chris.

- Y me lo dice una artista... No lo puedo creer.

- ¿Qué? ¿Qué ahora todas estás personas saben que nos peleamos?

- Y que nos reconciliamos - dijo él -, no, no me refiero a eso. Este es el mismo restaurante en el que nos conocimos. - Dulce se dio cuenta de que Chris tenía razón. - Cuando te pusiste celosa porque estaba saludando a Annie que estaba en otra mesa.

- No estaba celosa.

- Claro que sí. Estabas celosa. Acéptalo, te enamoraste de mí desde que me viste.

Y antes de que ella pudiera contestar la volvió a besar. Las personas en el restaurante volvieron a aplaudir y los hombres empezaron a silbar.

- Chris, las personas... - dijo Dulce intentando separarse de él.

- ¿Qué con ellas? Les gusta, ¿no ves? Ahora deja de hablar y bésame.

Y lo besó.

Seduciendo A Un CaballeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora